Las sociedades de observadores de meteoros contribuyen con su afición a que los astrónomos consigan valiosos datos científicos sobre estos objetos
24 January 2018 | Fuente: SOMYCE/IMO
A diferencia de otras ramas de la astronomía, como la observación de estrellas, la coordinación internacional en cuanto la observación y el estudio de los meteoros y meteoritos nunca ha existido realmente, lo cual es una lástima, ya que el es un área de la astronomía en la que los aficionados con un buen conocimiento práctico de las constelaciones celestes pueden hacer valiosas contribuciones científicas.
Comenzar a hacer observaciones regulares de meteoritos no requiere un gran entrenamiento ni habilidades especiales. Siempre que siga cuidadosamente las pautas que ofrecen las distintas asociaciones de observadores de meteoros, con solo unas pocas semanas de práctica podría realizar observaciones valiosas. ¡Solo necesita invertir algunas horas de observación del cielo cada mes y ya estará contribuyendo al estudio del complejo polvo de estrellas que recorre nuestro Sistema Solar!
En cualquier caso, la observación de cometas es uno de los campos más espectaculares de la astronomía amateur. Utilizando la observación visual, unos prismáticos o un telescopio, así como el registro fotográfico o CCD (dispositivo de carga acoplada, iniciales en inglés), se puede determinar la magnitud y los detalles morfológicos de los cometas.
El campo de los asteroides también ofrece grandes posibilidades para el aficionado. Los estudios fotográficos o de imágenes de CCD permiten determinar con precisión las órbitas de asteroides, o incluso realizar nuevos descubrimientos. El estudio de la curva de luz durante una ocultación de una estrella por un asteroide hace posible la determinación exacta de los períodos de rotación de estos cuerpos, así como el descubrimiento de satélites en algunos asteroides.
La Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España, SOMYCE, fundada en 1988, pone disposición de los lectores su metodología:
La metodología que empleamos en la observación nos permite hallar la densidad espacial de las corrientes meteóricas (número de partículas por unidad de volumen), calcular la relación que hay entre el número de partículas de una masa determinada y otra diferente, los parámetros orbitales de los meteoroides de una misma lluvia y la composición química de las partículas todo ello a partir de los análisis de las tasas horarias de aparición, la distribución de magnitudes o la determinación de radiantes. Con esta información somos capaces de relacionar cada corriente con su cuerpo engendrador, cometa o asteroide, y llevar un control de la actividad de las lluvias más importantes.
Los meteoros pueden ser estudiados en dos partes del espectro electromagnético: radio y óptico. Dentro de cada zona espectral se adoptan diferentes métodos de registro según la magnitud límite y la precisión que se desea alcanzar o el fenómeno concreto de los meteoros que a estudiar.
Reflexión directa o indirecta de una señal de radio reflejada por la estela de un meteoro. Con esto podemos registrar la actividad horaria de las lluvias o bien obtener espectrogramas de los ecos obtenidos. El equipo necesario, antenas y receptores, es muy parecido al de los radioaficionados.
A simple vista. Tiene las siguientes modalidades: dibujo de los trazos, conteo de magnitudes, observación en doble estación y registro de bólidos. La observación a ojo desnudo es la más común y sencilla, y permite hallar distribuciones de magnitudes, tasas horarias, radiantes y densidades espaciales.
Fotografía. Se utilizan las siguientes posibilidades: exposición larga con o sin seguimiento, utilización de un obturador giratorio y fotografías en doble estación. Es cada vez más frecuente utilizar todas estas posibilidades a la vez montando en batería varias cámaras con obturadores giratorios de tal forma que cubran todo el cielo. Además, tales baterías se utilizan simultáneamente en diferentes estaciones. La principal finalidad de la fotografía es el cálculo astrométrico de los trazos meteóricos. Tradicionalmente se emplearon películas fotográficas de media y alta sensibilidad. Actualmente la tecnología digital ha sustituido a la fotografía tradicional en este campo.
Observación telescópica. Utilizamos los aumentos que proporcionan los prismáticos para ganar en magnitud límite y precisión del registro, hasta la +9m
Vídeo. Es el campo que más desarrollo ha experimentado en los últimos años. Permite hallar la actividad de una lluvia en tiempo real y con mayor precisión a las obtenidas a partir de observaciones telescópicas o fotografía convencional. El equipo básico necesario es un intensificador de imagen o cámaras CCTV de vigilancia, una tarjeta de vídeo digitalizadora y un programa adecuado. Independientemente de la cámara, se requieren objetivos luminosos de gran campo.
Espectroscopía. Hacemos uso de un elemento dispersor (prisma o red de difracción) y de un detector, como una cámara fotográfica, para obtener espectros de meteoros y estelas a partir de las cuales podemos determinar sus composiciones químicas.