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En la isla de Hawaii se alza el volcán inactivo dónde están los más potentes telescopios internacionales, pero no todos están de acuerdo con su ubicación.
30 August 2018 | Fuente: www.ifa.hawaii
Se dice que Hawaii es el punto de conexión de la Tierra con el resto del Universo. La cumbre de Mauna Kea en la isla de Hawaii (Estados Unidos) alberga el observatorio astronómico más grande del mundo, con telescopios operados por astrónomos de once países. El poder combinado de captación de luz de los telescopios de Mauna Kea es quince veces mayor que el del telescopio Palomar en California, durante muchos años el más grande del mundo, y sesenta veces mayor que el del Telescopio Espacial Hubble.
Actualmente hay trece telescopios en funcionamiento cerca de la cima de Mauna Kea. Nueve de ellos son para astronomía óptica e infrarroja, tres de ellos para astronomía de longitud de onda submilimétrica y uno para radioastronomía. Incluyen los telescopios ópticos / infrarrojos más grandes del mundo (los telescopios Keck), el telescopio infrarrojo más grande (UKIRT) y el telescopio submilimétrico más grande del mundo (el JCMT). La antena más occidental de Very Long Baseline Array (VLBA) está situada a una altitud inferior a dos millas de la cumbre.
Lista de telescopios de Wikipedia
Mauna Kea ("Montaña Blanca") es un volcán inactivo en la isla de Hawai, la más grande y más al sur de las islas hawaianas. Se encuentra a unos 300 km de Honolulu, que se encuentra en la isla de Oahu. El punto más alto en la cuenca del Pacífico, y la isla-montaña más alta del mundo, Mauna Kea se eleva 9.750 metros desde el fondo del océano hasta una altitud de 4.205 metros sobre el nivel del mar, lo que sitúa su cumbre al 40% de la atmósfera de la Tierra. El amplio paisaje volcánico de la zona de la cumbre está formado por conos de ceniza en una meseta de lava. Las laderas más bajas de Mauna Kea son populares para la caza, el senderismo, el turismo y la observación de aves en un entorno que es menos hostil que la estéril zona de la cumbre.
En general, Mauna Kea es único como lugar de observación astronómica. La atmósfera sobre la montaña es extremadamente seca, lo cual es importante para medir la radiación infrarroja y submilimétrica de las fuentes celestes, y está libre de nubes, por lo que la proporción de noches despejadas se encuentra entre las más altas del mundo.
La excepcional estabilidad de la atmósfera sobre Mauna Kea permite estudios muy detallados, mientras que su distancia de las luces de la ciudad y una fuerte ordenanza de iluminación en toda la isla aseguran un cielo extremadamente oscuro, permitiendo la observación de las galaxias más débiles del Universo observable. Una capa de nubes de inversión tropical de unos 600 metros de espesor, muy por debajo de la cima, aísla la atmósfera superior del aire marino húmedo inferior y garantiza que el cielo de la cumbre sea puro, seco y libre de contaminantes atmosféricos.
Pero no todo es serenidad en cuanto a los Observatorios de Mauna Kea. La construcción de algunos de estos observatorios internacionales ha creado polémicas sobre su posible impacto ambiental (especies nativas de insectos), geológico (compactación del terreno volcánico) o cultural (terreno sagrado para las creencias religiosas locales).
Además, la reciente erupción en mayo de 2018 del Kilauea y sus devastadoras consecuencias en la isla de Hawaii, hacen que algunos científicos miren al Mauna Kea con cierta desconfianza.
