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La Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. ha decidido abrir un centro educativo en lugar del cinematográfico observatorio de Puerto Rico.
18 October 2022 | Fuente: Nature
Después de que un radiotelescopio de fama mundial en el Observatorio de Arecibo en Puerto Rico se derrumbara hace dos años, muchos científicos esperaban que la Fundación Nacional de Ciencias de EE. UU. (NSF, por sus siglas en inglés), que administra las instalaciones, finalmente construyera uno nuevo para reemplazarlo. En cambio, la agencia ha anunciado que establecerá un centro educativo de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) en su lugar. El plan podría reducir o alterar drásticamente las investigaciones restante que se están realizando en Arecibo.
“Es desgarrador”, dice Héctor Arce, astrónomo de la Universidad de Yale, que además es de Puerto Rico y ha trabajado por la defensa de Arecibo. “A muchos les parece una forma injusta más de tratar al territorio colonial de Puerto Rico”.
La NSF dice que está siguiendo las recomendaciones de la comunidad de no reconstruir el gran telescopio y, en cambio, centrarse en la educación. “No vamos a cerrar Arecibo”, explica Sean Jones, director de la Dirección de Ciencias Físicas y Matemáticas de la NSF. “Creemos que este nuevo enfoque y nuevo centro serán catalizadores en muchas áreas”.
La agencia anunció sus planes el 13 de octubre en una convocatoria de propuestas. Además, solicita ideas sobre cómo establecer y operar un centro educativo en Arecibo, a un coste de entre 1 y 3 millones de dólares al año durante cinco años, a partir de 2023. Ese dinero podría o no incluir los fondos necesarios para operar las instalaciones de investigación en Arecibo que todavía están en uso, como una antena de radio de 12 metros y un sistema lidar que usa láseres para estudiar la atmósfera de la Tierra.
La situación “podría ser peor”, dice Abel Méndez, astrobiólogo de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo. Pero “podría ser mucho, mucho mejor”.
“Es devastador saber que esa es su decisión final”, afirma Desireé Cotto-Figueroa, astrónoma de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. “Especialmente a pesar de todos los esfuerzos realizados por el personal y los científicos del Observatorio de Arecibo y por la comunidad científica en general para mantenerlo funcionando como el centro de investigación de excelencia que siempre ha sido con las instalaciones de observación que quedan”.
Una pregunta clave es cómo Arecibo atraerá a estudiantes y maestros si hay poca investigación activa en la que participar. "Sin embargo, la NSF solicita propuestas para una institución educativa de nivel mundial", argumenta Anne Virkki, científica planetaria de la Universidad de Helsinki. “¿Cómo puede alguien hacer eso sin los científicos, ingenieros e instrumentos de nivel mundial?”
La NSF dice que está pidiendo precisamente ese tipo de ideas. El nuevo centro podría respaldar el trabajo en curso en astronomía y ciencia planetaria, o podría enfocarse en otras áreas de investigación, como las ciencias biológicas, explica James L. Moore III, director de educación y recursos humanos de la NSF. “Esta es una oportunidad para volver a imaginar cuáles podrían ser las posibilidades”, añade.
El Observatorio de Arecibo ha sido durante mucho tiempo un centro neurálgico de la educación STEM en Puerto Rico debido a su renombrado telescopio y su lugar en la historia astronómica. Los estudiantes que se formaron allí se han convertido en astrónomos y científicos planetarios en muchos países.
El radiotelescopio de 305 metros de ancho que colapsó en 2020 tuvo un papel clave en muchos campos científicos durante más de medio siglo, incluida la búsqueda de vida extraterrestre, el descubrimiento de los primeros exoplanetas y de ondas gravitacionales, y el estudio de asteroides cercanos a la Tierra y de ráfagas rápidas de radio.
La NSF ha dirigido el observatorio desde la década de 1970, trabajando con una serie de contratistas. Ha estado tratando de reducir la inversión en Arecibo desde 2006, para cambiar la financiación a instalaciones astronómicas más nuevas. Los defensores se unieron y la investigación continuó, pero el observatorio enfrentó nuevos desafíos en 2017, cuando el huracán María dañó gran parte de las instalaciones, y a principios de 2020, cuando una serie de terremotos causaron más daños.
Luego vino el colapso del gran plato. Uno de sus cables de soporte cruciales había fallado en agosto de 2020, y después de que otro se rompiera en noviembre de ese año, la NSF decidió que el telescopio era estructuralmente demasiado defectuoso para repararlo. Una investigación de ingeniería reveló cinco factores que contribuyeron al colapso, incluido el diseño del sistema de cables, el mantenimiento diferido y los daños causados por huracanes y terremotos.
La investigación ha continuado en las instalaciones más pequeñas del observatorio. Los proyectos actualmente financiados que utilizan esos instrumentos podrán terminar, según explica Jones, y los científicos pueden solicitar continuar su uso desde el ámbito del centro educativo.
Las instalaciones de lidar incluyen un láser de potasio que estudia la temperatura de las capas de la atmósfera terrestre y un nuevo instrumento planeado para sondear aerosoles como el polvo atmosférico. La antena parabólica de 12 metros se utiliza para varias investigaciones, incluido el mapeo del Sol para estudios del clima espacial y el tiempo de rotación de algunas estrellas colapsadas que giran rápidamente, conocidas como púlsares.
Muchos científicos que trabajan con instrumentos de Arecibo ahora se esfuerzan por descubrir cómo terminar sus proyectos de investigación. Según el plan propuesto, el enclave ya no se llamará Observatorio de Arecibo, sino que se convertirá en el Centro de Educación e Investigación STEM de Arecibo.
