Algo triste está pasando con los auténticos y tradicionales trabajos de nuestro país, la agricultura y la ganadería se encuentran en un mal momento. Los incendios virulentos son una de las grandes consecuencias que están destruyendo nuestros bosques y de los que hemos sido tristes testigos este verano. Existen estudios que aseguran que los bosques que ya no tienen ganado pastando están más expuestos a los riesgos de las crisis ambientales actuales. Por lo que el ganado extensivo... Ver noticia completa