Los cielos de Tailandia en peligro por la contaminación lumínica

La creciente contaminación lumínica en Tailandia, sobre todo en su capital, Bangkok, pone en alerta a los organismo internacionales. A lo largo de los últimos años han surgido varias campañas para la concienciación sobre los peligros que supone esta maña iluminación incluso para la salud pública, como la promovida por la Asociación Dark Sky Tailandia.

La IDA realiza una campaña continua para lograr la implementación efectiva de prácticas de iluminación integradas y respetuosas con el medio ambiente a nivel local, nacional e internacional. También trabaja para proteger, promover y mejorar la iluminación en las áreas urbanas y rurales de Tailandia y garantizar que las áreas de cielo oscuro estén protegidas para las generaciones actuales y futuras.

Los niveles de la contaminación lumínica aumentan en la capital de Tailandia, Bangkok y sus alrededores. El smog (o esmog), esa especie de humo anaranjado que recubre el cielo urbano de forma permanente, se extiende cada vez más. Esta situación preocupa los organismos internacionales, como la Asociación Dark Sky, además de a ecologistas y astrónomos.

Mapa nocturno de Asia/ Crédito: Geociencia

El exceso de luces urbanas en Tailandia se produce por culpa de los aparatos de funcionamiento eléctrico al aire libre (como vallas de publicidad, etc) y el diseño del sistema de iluminación del área de urbana. Todo ello es fruto de un proceso de industrialización muy rápido, que ha causado un enorme crecimiento económico, comercial y empresarial de las ciudades en relación con las áreas circundantes.

La alarmante proyección de estas luces urbanas en el cielo, más allá de su zona, se debe a prácticas de iluminación no respetuosas con el medio ambiente en Tailandia. Estas malas prácticas de iluminación conllevan un terrible impacto en los alrededores porque el smog, la niebla atmosférica de brillo anaranjado que está suspendida permanentemente sobre los centros de la ciudad de Bangkok, afecta a la astronomía y la ecología de la zona.

Recordemos que la oscuridad de la noche es necesaria tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. Una luz artificial excesiva o intrusiva puede conllevar riesgo para la salud, además de para el entorno natural.

Es necesario saber dónde están las áreas con mayor riesgo de contaminación lumínica para poder prevenirlas de manera efectiva y que así los habitantes que viven y trabajan en estas zonas pueden estar actuar en consecuencia, sin embargo, el mapa preliminar de dichas áreas de luces urbanas lo debe hacer el Gobierno Nacional con ayuda de los municipios.

Más de un millón de tailandeses podrían vivir en riesgo de contaminación lumínica, como vienen avisando desde hace tiempo organismos como la International Dark Sky Association (IDA) o incluso la NASA.

Estas organizaciones recomiendan, a través las campañas, que los gobiernos regionales y las autoridades locales elaboren sus propios mapas de contaminación lumínica para proporcionar una visión general al gobierno nacional sobre cuáles son las zonas más expuestas a las luces urbanas y cómo afecta esto a los recursos naturales, como son las reservas Dark Sky y sus paisajes.