Julio llega con eventos astronómicos: lluvias de estrellas, planetas brillantes y cielos perfectos en ambos hemisferios ¡Prepara tus ojos y tu telescopio!
01 July 2025
Comienza julio, inmersos en un verano abrasador en el hemisferio norte, donde por fin parece que las nubes y tormentas remiten, dando paso a cielos despejados ideales para adentrarnos en los secretos que nos esconde el Cosmos. Mientras tanto, en el hemisferio sur, es pleno invierno, una estación fría pero excelente para la observación astronómica: cielos más limpios, noches más largas y constelaciones diferentes que invitan también a levantar la vista al firmamento.
Al encontrarnos en verano en el norte, comienza a ser muy placentero disfrutar de las estrellas y la astronomía durante la noche. Pero no olvidemos que también en el sur, desde lugares como la Patagonia, los Andes o el desierto de Atacama, julio es uno de los meses favoritos para el astroturismo, con condiciones ideales para observar la Vía Láctea, cúmulos estelares y las siempre espectaculares Nubes de Magallanes.
Este mes nos traerá eventos astronómicos mágicos para salir y levantar nuestra vista, instalar nuestros telescopios o cámaras para inmortalizar la noche. No te pierdas también, las diversas experiencias de turismo de estrellas, repartidas por todos los territorios, donde de la mano de profesionales, podremos aprender todo sobre el Universo, en actividades de un gran nivel adaptadas a todos los públicos.
Comenzamos el mes con una fabulosa Luna creciente al 35,7?% que no pasará desapercibida durante las primeras horas de la noche, donde brillará majestuosa sobre nuestras cabezas.
Continuará iluminándose hasta alcanzar el plenilunio el próximo 10 de julio, con una Luna llena que se situará a más de 392.000 kilómetros de la Tierra. A partir de entonces, nuestro satélite comenzará a menguar y saldrá una hora más tarde cada noche, hasta llegar a su fase nueva el día 24.
En el hemisferio norte, a esta Luna se la conoce tradicionalmente como la Luna del Ciervo, al ser el mes en que los ciervos machos desarrollan sus astas. Otros nombres que recibe son Luna del Heno, Luna del Trueno o Luna de la Cosecha de Frambuesas.
En el hemisferio sur, sin embargo, esta Luna de julio marca el corazón del invierno, y aunque no existen tantas denominaciones populares como en el norte, en muchas culturas del hemisferio austral se asocia con la Luna de los hielos o la Luna del descanso de la Tierra, al coincidir con la época de menor actividad agrícola.
Julio viene cargado de lluvias de estrellas, casi todas concentradas en la última semana del mes, como antesala del espectáculo máximo del verano: las Perseidas de agosto.
El próximo 28 de julio tendrán su máximo las Gamma Dracónidas, con una tasa de unos 5 meteoros por hora, aunque los modelos señalan que en 2025 podrían aumentar su intensidad.
Ese mismo día también alcanzan su máximo las Piscis Austrínidas, una lluvia tenue pero bien situada para los observadores del hemisferio sur.
El plato fuerte llega el 31 de julio con las Delta Acuáridas del Sur, que ofrecerán hasta 25 meteoros rápidos por hora, acompañadas por las Alfa Capricórnidas, que añadirán otros 5 meteoros/hora.
Atención: el mejor lugar del planeta para observar estas dos últimas lluvias es el hemisferio sur, ya que las constelaciones desde donde parecen surgir (Acuario y Capricornio) se elevan mucho más sobre el horizonte, ofreciendo un cielo más favorable y una experiencia más intensa.
Julio nos trae de lleno el cielo de verano, con la Vía Láctea ganando altura desde el anochecer. Es un momento ideal para fotografía nocturna de paisaje, con el arco galáctico alineado horizontalmente sobre el horizonte. Sagitario, Escorpio y Ofiuco dominan el sur, regalándonos cúmulos abiertos como M6 (la Mariposa), M7 (los Patos Salvajes) y nebulosas como la Trífida o la Laguna, protagonistas de las primeras imágenes del Observatorio Vera Rubin. También brillan los globulares como M13 y el gran cúmulo de Hércules.
Mientras tanto, los cielos australes muestran su rostro invernal, con constelaciones como Carina, Centauro o Crux (la Cruz del Sur) en posiciones privilegiadas. Se pueden observar joyas como el Cúmulo de la Perla (NGC 3766), la Nebulosa Eta Carinae, el Cúmulo del Joyero (NGC 4755) y las Nubes de Magallanes, dos galaxias satélite visibles solo desde el sur.
Además, la Vía Láctea se alza completamente sobre el horizonte sur, lo que convierte a este mes en un auténtico regalo para la astrofotografía desde lugares como Chile, Argentina, Australia, Namibia o Nueva Zelanda.
Este mes podremos observar a varios planetas a lo largo de la noche y en distintos momentos según la región:
Mercurio, visible al atardecer en ambos hemisferios, será escurridizo pero observable a simple vista.
Saturno sigue su movimiento retrógrado en Acuario, muy brillante hacia el este pasada la medianoche.
Plutón, aunque débil y solo visible con telescopio, alcanzará su oposición el 25 de julio, en el mejor momento del año para intentar localizarlo.
Venus, protagonista de un momento especial: se encontrará junto a la Luna llena en la Puerta Dorada de la Eclíptica, una alineación que será baja en el cielo para el norte, pero visible en todo su esplendor para quienes estén en latitudes australes.
Ya sea desde el norte o desde el sur, julio es un mes perfecto para salir a observar el cielo, con lluvias de estrellas, constelaciones destacadas y noches de Luna que iluminan la imaginación. En el hemisferio norte vivimos el clímax del verano; en el hemisferio sur, el corazón del invierno. Pero las estrellas, al fin y al cabo, son las mismas, y nos invitan, esté donde esté cada lector, a levantar la vista y recordar que el cielo nocturno es un espectáculo universal… y gratuito.