Nuevos análisis han confirmado la presencia de moléculas orgánicas clave para la vida, pero con estructuras que sugieren procesos aún desconocidos.
04 February 2025
Un equipo de científicos ha realizado un hallazgo sorprendente en las muestras del asteroide Bennu, traídas a la Tierra por la misión OSIRIS-REx de la NASA. Los análisis han revelado la presencia de aminoácidos y nucleobases, elementos fundamentales para la vida, pero con estructuras que desafían las teorías actuales sobre el origen de la materia orgánica en el espacio.
Las muestras recolectadas en 2020 y retornadas a la Tierra en septiembre de 2023 han sido objeto de un minucioso estudio. Los investigadores han encontrado que contienen 14 de los 20 aminoácidos esenciales para la formación de proteínas y las cinco nucleobases presentes en el ADN y ARN. Este descubrimiento refuerza la hipótesis de que los asteroides pudieron haber sido una fuente primordial de los componentes químicos necesarios para la aparición de la vida en la Tierra.
Lo más intrigante es que algunos de estos compuestos presentan configuraciones químicas distintas a las encontradas en meteoritos previamente estudiados. En particular, la estructura de ciertos aminoácidos sugiere que los procesos químicos en Bennu pudieron haber sido más dinámicos o diferentes a lo que se pensaba, planteando nuevas preguntas sobre la evolución de los materiales orgánicos en el espacio.
Bennu es un asteroide rico en carbono y contiene una cantidad significativa de minerales hidratados, lo que indica que su material ha estado en contacto con agua en algún momento de su historia. Los análisis iniciales de la misión ya habían detectado arcillas con agua atrapada en su estructura, pero la confirmación de compuestos orgánicos en estas muestras refuerza la idea de que el agua y la química prebiótica estaban presentes en asteroides primitivos.
La diversidad de moléculas detectadas en Bennu sugiere que estos cuerpos celestes no solo transportaban ingredientes básicos para la vida, sino que podrían haber actuado como pequeños laboratorios químicos donde las moléculas orgánicas evolucionaban antes de llegar a la Tierra.
Uno de los aspectos más desafiantes de este hallazgo, explican los científicos de la NASA en un artículo publicado en la revista Nature Astronomy, es entender cómo se formaron estos compuestos en Bennu y qué diferencias presentan respecto a otros meteoritos y asteroides analizados. Los investigadores también deben descartar cualquier posible contaminación terrestre en las muestras, aunque el protocolo de recolección y almacenamiento de OSIRIS-REx minimizó ese riesgo.
El estudio de Bennu también plantea nuevas preguntas sobre la distribución de estos compuestos en el Sistema Solar. Si los materiales orgánicos en Bennu son únicos, ¿qué implicaciones tiene esto para nuestra comprensión sobre la química de otros asteroides y cometas? ¿Existen diferencias significativas en la manera en que estos elementos clave para la vida fueron distribuidos en la nebulosa solar primitiva?
Este descubrimiento refuerza la importancia de misiones como OSIRIS-REx y su sucesora, OSIRIS-APEX, que estudiará el asteroide Apophis después de su sobrevuelo cercano a la Tierra en 2029. También destaca la necesidad de futuras misiones para recolectar muestras de otros cuerpos celestes y analizar su composición con mayor detalle.
Además, estos hallazgos tienen implicaciones para la búsqueda de vida en otros lugares del Sistema Solar. Si asteroides como Bennu contienen bloques de construcción de la vida, ¿podrían haberse depositado en mundos como Europa, Encélado o Marte? La exploración de estos lugares podría beneficiarse del conocimiento obtenido en el estudio de Bennu.
Más allá de su relevancia científica, este hallazgo destaca la importancia de la exploración de asteroides tanto para la astrobiología como para la comprensión del origen de nuestro propio planeta. Bennu nos ofrece un vistazo al pasado del Sistema Solar y a los procesos que pudieron haber dado lugar a la vida.
Para los entusiastas del astroturismo, este descubrimiento refuerza la fascinación por los asteroides y sus impactos en la historia de la Tierra. Mientras que Bennu es un objetivo de exploración robótica, eventos astronómicos como las lluvias de meteoros nos permiten presenciar fragmentos de asteroides y cometas que ingresan a nuestra atmósfera. Para conocer más sobre estos eventos, suscríbete a nuestro boletín semanal.