SN 1987A ha sido objeto de intensas observaciones en longitudes de onda que van desde los rayos gamma hasta la radio durante casi 40 años.
11 September 2023
¿Hay famoseo dentro de las supernovas? ¡Claro que sí! Precisamente hoy hablaremos de una de las supernovas más conocidas y estudiadas, la SN 1987A (Supernova 1987A), que lleva casi 40 años en el candelero astronómico. Y es que recientemente el telescopio espacial James Webb de la NASA ha comenzado un estudio en profundidad sobre esta supernova situada a 168.000 años-luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes.
SN 1987A ha sido objeto de intensas observaciones en longitudes de onda que van desde los rayos gamma hasta la radio durante casi 40 años, desde su descubrimiento en febrero de 1987.
Las nuevas observaciones de la cámara NIRCam (Near-Infrared Camera) de Webb proporcionan una pista crucial para comprender cómo se desarrolla una supernova a lo largo del tiempo hasta dar forma a su remanente.
Esta imagen muestra una estructura central en forma de ojo de cerradura. Este centro está repleto de gas grumoso y polvo expulsado por la explosión de la supernova. El polvo es tan denso que ni siquiera la luz infrarroja cercana que detecta Webb puede penetrarlo, dando forma al "agujero" oscuro del ojo de la cerradura.
Un brillante anillo ecuatorial rodea el ojo de la cerradura interior, formando una banda alrededor de la cintura que conecta dos tenues brazos de anillos exteriores en forma de reloj de arena. El anillo ecuatorial, formado por material expulsado decenas de miles de años antes de la explosión de la supernova, contiene puntos calientes brillantes, que aparecieron cuando la onda de choque de la supernova golpeó el anillo. Ahora los puntos se encuentran incluso fuera del anillo, con emisión difusa a su alrededor. Se trata de lugares en los que la onda de choque de la supernova golpea material más exterior.
Aunque estas estructuras han sido observadas en diversos grados por los telescopios espaciales Hubble y Spitzer de la NASA y por el Observatorio de Rayos X Chandra, la incomparable sensibilidad y resolución espacial de Webb reveló una nueva característica en este remanente de supernova: pequeñas estructuras en forma de media luna.
Se cree que estas semilunas forman parte de las capas exteriores de gas expulsadas por la explosión de la supernova. Su brillo puede deberse a un fenómeno óptico que se produce al observar el material en expansión en tres dimensiones. En otras palabras, nuestro ángulo de visión hace que parezca que en estas dos medias lunas hay más material del que realmente puede haber.
A pesar de las décadas de estudio transcurridas desde el descubrimiento inicial de la supernova, subsisten varios misterios, en particular en torno a la estrella de neutrones que debería haberse formado tras la explosión de la supernova. Al igual que Spitzer, Webb seguirá observando la supernova a lo largo del tiempo.
Sus instrumentos NIRSpec (Near-Infrared Spectrograph) y MIRI (Mid-Infrared Instrument) ofrecerán a los astrónomos la capacidad de capturar nuevos datos infrarrojos de alta fidelidad a lo largo del tiempo y obtener nuevos conocimientos sobre las estructuras de la media luna recientemente identificadas. Además, Webb seguirá colaborando con Hubble, Chandra y otros observatorios para proporcionar nuevos conocimientos sobre el pasado y el futuro de esta legendaria supernova.