Adelantarse en la detección de rocas del espacio es la clave para evitar daños como los de Tunguska.
06 July 2018 | Fuente: NASA/Independent.co.uk
El mundo entero necesita mejores formas de detectar asteroides y poder luego expulsarlos fuera de nuestro camino, según un nuevo e importante informe emitido varios de los organismos más importantes de los EE. UU, entre ellos la NASA. Según los expertos, llevaría años construir la nave espacial que pudiera mover un meteorito fuera de nuestra trayectoria, pero saber al menos el momento de su llegada podría dar tiempo a la población para ser evacuada.
El informe no considera que haya una amenaza inmediata de un asteroide asesino. Pero algunos científicos temen que no sepamos sobre la existencia de uno hasta una etapa muy avanzada.
El oficial de defensa planetaria de la NASA, Lindley Johnson, dijo que los científicos encontraron que el 95% de los objetos cercanos a la Tierra medían un kilómetro o más, pero la alerta está activa para el 5% restante y las rocas más pequeñas que aún podrían infligir un gran daño.
No hay una solución rápida si una roca espacial aparece repentinamente a días, semanas o incluso meses de un impacto, de acuerdo con el Sr. Johnson, pero un aviso temprano daría tiempo al mundo para evacuar el área donde podría caer.
Los telescopios terrestres son buenos para captar asteroides que se acercan al sistema solar interior y se aproximan desde el lado nocturno de la Tierra, dijo Johnson. Lo que es difícil de detectar son las rocas que ya han pasado por el sol y salen del sistema solar, acercándose desde el lado del día.
Eso es aparentemente lo que sucedió en 2013, cuando un asteroide de unos 20 metros de tamaño apareció de repente y explotó sobre Chelyabinsk, Rusia, destrozando miles de edificios y causando daños generales.
Un asteroide que se calcula de 37 metros explotó sobre Tunguska, Rusia, en 1908, arrasando aproximadamente 2.100 kilómetros cuadrados de bosque. Según el informe publicado, las víctimas se contarían por millones si un evento similar ocurriera en una gran ciudad, como por ejemplo Nueva York.
Y no olvidemos que una gigantesca roca espacial acabó con los dinosaurios cuando chocó contra la península de Yucatán en México hace 65 millones de años.
El Sr. Johnson hizo hincapié en que llevaría años tratar de rechazar un posible asteroide asesino: varios años para construir una nave espacial y luego otros tantos años para llegar al objetivo. Por eso, lo ideal (además de que no ocurra) sería contar con al menos 10 años de anticipación.
Una misión para defender la Tierra podría consistir en golpear el asteroide o el cometa con una nave espacial robótica grande y veloz con la esperanza de cambiar su ruta o, en el peor de los casos, lanzar un dispositivo nuclear para sobrecalentar la superficie del asteroide y hacer explotar suficiente material como para desviarlo. "Parte de lo que trata este plan de acción es investigar otras tecnologías, técnicas para la desviación y la interrupción del asteroide", aseguró el oficial de la NASA.
Los científicos esperan aprender más sobre los asteroides tras un par de las misiones que hay actualmente en curso. La nave espacial Osiris-Rex de la NASA alcanzará el asteroide Bennu a lo largo de este año y traerá muestras en 2023, y la japonesa Hyabusa 2 se acerca al asteroide Ryugu, con muestras que serán traídas en 2020.
En cuanto al hecho de enviar astronautas al estilo de Hollywood, "está bien en una película, pero no tratamos en este estudio ninguna técnica que requiriera la participación de astronautas", confirmó Johnson. Misiones como esta, que duran meses o años, hacen que sea difícil si no imposible para los humanos, dada la tecnología actual.