Si no pudo ver las Táuridas, o incluso sí lo hizo, noviembre le da otra oportunidad de disfrutar de una lluvia de meteoros, las Leónidas
14 November 2017
Ahora que el fin de semana de las Táuridas ha pasado, muchos astrónomos y aficionados aguardan la llegada de las Leónidas con sus telescopios preparados. Les damos algunas claves para saber de dónde proceden ambas lluvias de estrellas.
Empezando por las primeras de este mes, Las Tauridas, que tuvieron su apogeo el fin de semana del 11 y 12 de noviembre, éstas están asociados con el Cometa Encke. Cuando este objeto orbita al sol, deja un rastro de “migas” de cometas a su paso. Este cometa tarda tan solo tres años en completar una vuelta alrededor del Sol.
Las Táuridas cruzan el firmamento a baja velocidad, tan solo 29 km/s, dejando un rastro en el cielo que dura un poco más de tiempo que, por ejemplo, el de las Perseidas, cuyos meteoros alcanzan los 60 km/h.
Algunos años, cuando la órbita de Júpiter lo acerca al sendero del cometa, la gravedad del gigante gaseoso empuja la corriente de partículas del cometa hacia la Tierra, por lo que se logra ver más meteoritos. Los astrónomos llaman a esto un "arrebato". Aunque esto no ha sucedido este año, las últimas predicciones de la NASA sugieren que ocurrirá en 2019.
Por su parte la lluvia de meteoros Leónidas, que también está activa anualmente en el mes de noviembre, alcanzará su punto máximo este fin de semana, alrededor del 17 o 18. La lluvia de meteoritos se llama Leónidas porque su radiante, o el punto en el cielo donde los meteoros parecen emerger, se encuentra en la constelación Leo.
Las Leónidas ocurren cuando la Tierra pasa a través de los restos que dejó el cometa Tempel Tuttle, que tarda alrededor de 33 años en formar una órbita alrededor del Sol. Cuando la órbita de la Tierra cruza este rastro de escombros, los trozos del cometa caen hacia la superficie del planeta. El roce, o la resistencia del aire, hacen que las partículas del cometa en la atmósfera de la Tierra se calienten y se conviertan en bolas de fuego ardientes llamadas meteoros.
Estos fragmentos de cometa son generalmente del tamaño de un grano de arena o un guisante, por lo que tienden a quemarse por completo antes de golpear la superficie de la Tierra. Los meteoros que sobreviven a todo el viaje hasta el suelo se llaman meteoritos. Pero la lluvia de meteoritos Leónidas no liberará probablemente ningún meteorito.
Se calcula que podrán verse alrededor de 20 meteoros por hora cuando la lluvia de meteoritos Leónidas alcance su pico de actividad.