Un equipo de científicos de la misión ExoMars de las agencias ESA y Roscosmos han presentando contundentes pruebas en contra.
01 July 2019
A mediados de junio la NASA anunciaba que el rover Curiosity había detectado un pico ‘inusualmente alto’ de gas metano en Marte (un gas relacionado en la Tierra con la vida), despertando el sueño de un posible origen biológico. Pero las últimas pruebas del Curisoity han revelado, apenas una semana después, que los niveles de metano en Marte han disminuido considerablemente, con menos de 1 parte por mil millones por volumen detectado. Ese es un valor cercano a los niveles de fondo que Curiosity ve todo el tiempo.
Un equipo del orbitador TGO de la misión ExoMars 2016 (de las agencias espaciales europea y rusa, ESA y Roscosmos) lo desmienten. “No hay metano en Marte ni lo ha habido en los últimos 350 años”, afirma en el diario El País el astrofísico español e integrante de este equipo científico, Juan José López Moreno.
Además, los propios científicos de la NASA confirman que el Curiosity no tiene instrumentos para identificar el origen del metano en Marte y creen que la detección de aquel pico en el planeta rojo, la mayor cantidad de este gas que Curiosity ha encontrado en sus misiones, fue uno de los penachos de metano transitorios que se han observado en el pasado. Si bien han podido ver que los niveles de fondo aumentan y disminuyen según la estación, no han encontrado un patrón en la aparición significativo.
"El misterio del metano continúa", dijo Ashwin Vasavada, científico del proyecto de Curiosity en un comunicado.
Pero el equipo del orbitador TGO de la misión ExoMars no está de acuerdo. Y lo confirman en una investigación que se publicó en la revista Nature en la que se recogen los resultados de sus mediciones de la atmósfera de Marte, para las que se utilizaron los instrumentos ACS y NOMAD a bordo del orbitador de ESA-Roscosmos ExoMars en un intento de detectar metano.
Desde que el orbitador en 2018 está realizando a 400 kilómetros de Marte mediciones altamente sensibles (con instrumentos iguales o superiores a los del Curiosity, según afirman) no han detectado ningún metano en un rango de latitudes en ambos hemisferios, obteniendo un límite superior para el metano de aproximadamente 0.05 partes por billón por volumen, una concentración entre 10 y 100 veces más baja que las reportadas, entre otras (las noticias sobre metano en el planeta rojo se suceden desde 2004), desde el cráter Gale. Ese hallazgo, según el grupo, se puede deber a “un proceso desconocido que pueda eliminar o secuestrar rápidamente el metano de la atmósfera inferior antes de que se propague”