Los bujíos astronómicos son una construcción situada en mitad de la dehesa extremeña destinada al astroturismo y que parece salida de otro mundo
07 February 2018
Imagínese una noche estrellada de esas dignas de estar en la portada de cualquier libro sobre astrofotografía; sale de una singular construcción de techo cupular y en el porche le espera un estupendo telescopio junto a unas sillas. A su alrededor una vasta pradera que huele a hierba fresca, árboles a su espalda y el sonido de las aves nocturnas. La quietud es absoluta y sobre su cabeza el cosmos aguarda para que le eche una mirada.
No, no nos hemos trasladado a un planeta de Star Wars, aunque la forma de estas peculiares casas así lo induzca a pensar. Nos encontramos en Ceclavín, un pueblo al noroeste de Extremadura que ha hecho una original apuesta por el astroturismo.
Se trata de estos Bujíos astronómicos, unos chozos turísticos construidos como las antiguas viviendas de los pastores (bohíos), que se hallan en la llamada ‘Dehesa Boyal’ a 2 kilómetros de la localidad, un entorno poblado por encinas centenarias desde el que puede verse uno de los cielos más limpios de España.
Son 3 las construcciones de bujíos del complejo, y se llaman Vega, Deneb y Altair, como el asterismo en forma de triángulo que forman las estrellas de esos mismos nombres durante el verano, lo que indica una vez más que nos encontramos en un enclave ideado para el astroturismo hasta en el más mínimo de los detalles.
La apariencia de estos Bujíos astronómicos es similar a la de un observatorio de estrellas, sin embargo, en su interior están equipados con todas las comodidades de una casa rural. Cabe destacar, como ya adelantábamos, que estas viviendas cuentan con telescopios de gran capacidad (dos reflectores y un refractor) para que los astroturistas puedan admirar las maravillas del cosmos desde la puerta misma de los bujíos.
Pero no sólo hemos elegido Ceclavín por sus instalaciones en nuestra ruta para ver estrellas, sino por toda la experiencia que ofrece este pueblo a sus visitantes.
Ceclavín se halla a escasos kilómetros de las turísticas localidades de Coria y Alcántara, así como de la frontera con Portugal, vecino con quien no sólo comparte la historia y la belleza de un paisaje que combina dehesas, sierra y berrocales, sino con el que además mantiene buenas relaciones transfronterizas con actividades y rutas.
Además este pueblo extremeño tiene la particularidad de tener diez ermitas y en él se hacen carrera de caballos en la calle por Navidad. Estas son sólo algunas de las curiosidades que imprimen carácter a esta localidad, famosa también por su tradición gastronómica, especialmente en materia quesera.
Por todo ello, le recomendamos dejar de soñar con mundos perdidos de lejanas galaxias y acercarse a verlos directamente desde los Bujíos de Ceclavín.