Edwin Hubble descubrió que nuestra galaxia no es la única del universo. De "Astrocápsulas", blog de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España
Blanca Troughton
11 January 2024
Aún recuerda su paso por Francia durante la Primera Guerra Mundial, pero ahora su mente se encuentra más allá de los conflictos terrestres. ¿Y si no fuera lo que parece? Sentado desde hace varias horas frente a una fotografía, Edwin la estudia perplejo mientras el humo de su pipa se confunde con la imagen de la nebulosa.
En la tercera década del siglo XX, los catálogos de objetos del universo existentes contenían más de 7.000 entradas, distinguiendo entre cúmulos de estrellas y nebulosas, supuestamente todos contenidos en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Sin embargo, las llamadas nebulosas espirales presentaban un espectro muy peculiar que indicaba que realmente estaban formadas por estrellas a pesar de su aspecto nebuloso. Esto es lo que le desconcertaba.
Desde el Observatorio de Monte Wilson en 1925 Edwin Hubble, obsesionado con las nebulosas espirales, consigue distinguir unas estrellas variables en la Gran Nebulosa de Andrómeda cuya luminosidad depende del periodo: Las Cefeidas. Son verdaderos faros espaciales que permiten calcular a qué distancia se encuentran. Hubble se llevó una gran sorpresa cuando los cálculos situaban a la nebulosa a 1,5 millones de años luz de distancia. De pronto el universo conocido amplificó ocho veces su tamaño.
Sus cálculos demostraban que la Gran Nebulosa de Andrómeda no formaba parte de nuestra galaxia. Las nebulosas espirales eran en realidad galaxias similares a la nuestra, verdaderas islas que formaban su propio universo, como el conocido por nosotros hasta entonces. Y hay cientos de miles de millones de otras islas universo. Viajando a la velocidad de la luz, ahora sabemos que llegaríamos a la galaxia de Andrómeda en 2.5 millones de años.
El Telescopio Espacial Hubble, lanzado en 1990 por la NASA y la ESA, es llamado así en su honor. Orbitando a 600 km de la superficie terrestre se ha consolidado como uno de los proyectos científicos más transcendentales de la historia.
Al anochecer, durante los meses de otoño e invierno, la galaxia de Andrómeda es visible en el cielo. Sin embargo, para distinguirla a simple vista hay que estar alejado de la contaminación lumínica...
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