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En el 79 aniversario del nacimiento de Stephen Hawking, descubrimos las curiosidades más interesantes de la vida de este genio de la ciencia.
08 January 2021
Famoso por sus teorías sobre los agujeros negros y la relatividad, autor de bestesellers mundiales sobre astrofísica, Stephen Hawking, el científico más popular después de Albert Einstein, cumpliría hoy 8 de enero 79 años si la enfermedad de ELA, con la que convivió desde su juventud, no se lo hubiera llevado en 2018.
Rendimos homenaje a este físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico contándote alguno de los
1.Hawking, un mal alumnoStephen Hawking nació el 8 de enero de 1942, que resultó ser el 300º aniversario de la muerte de Galileo y, aunque hoy es reconocido por ser una de las mentes más brillantes de la ciencia, llama la atención que en el colegio tuviera tan bajo rendimiento.
Cuando tenía 9 años, sus calificaciones fueron de las peores de su clase y a duras penas lograba subir sus notas hasta el aprobado. A pesar de sus malas notas, tanto sus maestros como sus compañeros parecían intuir que tenían un futuro genio entre ellos, ya que su apodo era "Einstein". Y demostró serlo con examen de beca para entrar en Oxford casi perfecto.
Pese a lo mucho que a Stephen Hawking le gustaban las matemáticas, detestaba la biología. De hecho las encontraba "demasiado inexactas, demasiado descriptivas". Y esto dificultaba las aspiraciones de su padre para que fuera médico.
Al final, dado que Oxford no tenía matemáticas como especialización, Hawking se especializó en física.
La biógrafa Kristine Larsen describe cómo Hawking se enfrentó el aislamiento y la infelicidad durante su primer año en Oxford. Y cómo salió de esta tónica gracias a unirse al equipo de remo, en el que alcanzó cierta popularidad que, por otro lado, repercutió negativamente en sus hábitos de estudio.
Poco antes de que le diagnosticaran ELA, una enfermedad neurológica que hace que los pacientes pierdan el control de sus músculos voluntarios, y le pronosticaran una corta vida, Stephen Hawking había conocido a su futura esposa, Jane Wilde, quien en seguida se sintió atraída por "su sentido del humor y su personalidad independiente".
Cuando estaba en el hospital preguntándose por qué le ocurría todo aquello, vio a un niño fallecer de leucemia y se dio cuenta de que su caso no era “el peor”. Hawking se volvió más optimista y al poco comenzó a salir con Jane. Pronto se comprometieron, y él aseguró que eso fue lo que le dio un motivo "para seguir viviendo".
Uno de los principales logros de Hawking (que comparte con Jim Hartle) fue crear en 1983 la teoría de que el universo no tiene límites. En un esfuerzo por comprender la naturaleza y la forma del universo, Hawking y Hartle combinaron los conceptos de la mecánica cuántica (el estudio del comportamiento de las partículas microscópicas) con la relatividad general (teorías de Einstein sobre la gravedad y cómo las curvas de masa del espacio) para mostrar que el universo es una entidad contenida y, sin embargo, no tiene límites.
Para ayudar a comprender esta teoría, pide a la gente que piense en el universo como la superficie de la Tierra. Como esfera, se puede ir en cualquier dirección en esta superficie y nunca alcanzar un borde o un límite dónde se “termine”.
Hawking propuso en 1975 que los agujeros negros no son realmente negros. Sino que, por el contrario, irradian energía. Pero, dijo en ese momento, la información se pierde dentro del agujero negro y finalmente se evapora. El físico teórico estadounidense John Preskill no estuvo de acuerdo con esta conclusión y en 1997, hizo una apuesta con Hawking diciendo que la información puede escapar de ellos, no rompiendo así las leyes de la mecánica cuántica. En 2004, como buen deportista, Hawking reconoció que se había equivocado y lo hizo en una conferencia científica aclarando que debido a que los agujeros negros tienen más de una "topología" (mapa físico o lógico de una red para intercambiar datos), cuando se mide toda la información liberada por todas las topologías, la información no se pierde.
Este dato sorprende a muchos. Y es que pese a su brillante trabajo, Stephen Hawking nunca ha sido galardonado con el Premio Nóbel de Física. Sin embargo, tiene multitud de reconocimientos. En 1974, fue incluido en la Royal Society de Reino Unido, y un año después, el Papa Pablo VI le otorgó la Medalla de Oro Pius XI. También recibió el Premio Albert Einstein y la Medalla Hughes de la Royal Society.
En 1979 logró el puesto de Catedrático Lucasiano de Matemáticas en la Universidad de Cambridge en Inglaterra, puesto que mantendría durante los siguientes 30 años. Esta cátedra data de 1663, y la ostentó también Sir Isaac Newton.
En los 80, fue investido Comandante del Imperio Británico (rango por debajo del título de Sir). También se convirtió en Compañero de Honor, que es otra distinción otorgada en reconocimiento al servicio nacional. En 2009, Hawking fue galardonado con el más alto honor civil de los Estados Unidos, la Medalla Presidencial de la Libertad. Y ha obtenido más de una decena de títulos honoríficos más.
En 2007, Stephen y su hija, Lucy Hawking, colaboraron para escribir "La clave secreta del Universo", destinado a explicar difíciles conceptos científicos a los niños, como los agujeros negros y el origen de la vida. El libro fue escrito para ser el primero de una trilogía.
Durante la celebración del 50 aniversario de la NASA en 2008, Hawking fue invitado a hablar, y con respecto al tema dijo que, dada la inmensidad del universo, muy bien podría haber vida extraterrestre primitiva, y posiblemente, vida inteligente. A lo que añadió con su característico humor que es algo que "algunos dirían que todavía tiene que ocurrir en la Tierra".
En 2007, cuando Stephen Hawking tenía 65 años, pudo hacer el viaje de su vida. Pudo experimentar la gravedad cero y flotar desde su silla de ruedas.
Además Hawking tenía reservado un asiento con Virgin Galactic de Richard Branson para viajar en un vuelo suborbital y sus razones no eran sólo personales sino altruistas
Stephen Hawking ha dicho en más de una ocasión que debido al calentamiento global o a la guerra nuclear, es probable que el futuro de la raza humana esté en el espacio exterior. Por eso apoyaba la exploración espacial privada con la esperanza de que algún día podamos viajar a otros planetas para usar sus recursos para sobrevivir.
Cerramos con esta frase del genial astrofísico, una de nuestras favoritas, en la que nos insta a dejarnos llevar por el mismo espíritu de curiosidad que rigió su vida:
"Vivimos en un universo gobernado por leyes racionales que podemos descubrir y entender. Miremos arriba hacia las estrellas y no abajo hacia nuestros pies. Tratad de darle sentido a lo que veis y preguntaos qué hace que el universo exista. Sed curiosos".
