Hoy tiene lugar la conjunción de Júpiter y Saturno, un evento astronómico que ocurrió por última vez hace 800 años
21 December 2020
Como en nos ha explicado más de una vez en sus artículos la arqueoastrónoma Andrea Rodríguez Antón, desde la antigüedad el ser humano ha asociado eventos astronómicos con sucesos de la tierra para justificar el poder de los soberanos o dar divinidad a historias de la religión. La llamada Estrella de Belén, que supuestamente guió a los Reyes Magos para adorar al Niño y que muchos comentan que puede verse estos días en el cielo, es un claro ejemplo.
Lo curioso es que llamarla ‘Estrella de Belén’ es un enorme error, ya que ni siquiera es una estrella, sino la conjunción de dos brillantes planetas, Júpiter y Saturno. Pero eso no le quita singularidad a este raro evento astronómico.
De hecho, la última vez que pudo verse este fenómeno fue en la Edad Media, concretamente en el 1226. Y por aquel entonces eran pocos los que podían identificar la Conjunción de los Gigantes como lo que era.
Lo cierto es que todo indica que fue un fenómeno parecido a éste, una conjunción planetaria o estelar, lo que debieron ver en Jerusalén en torno a aquella época en los albores de la religión cristiana. Y, dado el poco conocimiento astronómico y la mucha mística de la época, es natural que una enorme bola brillando en la noche fuera tomada como un signo de Dios.
Ahora que ya sabemos de dónde parte este error nominativo, vamos al verdadero ‘turrón’ astronómico.
Siempre que Júpiter y Saturno están en conjunción, es decir, cuando tienen la misma ascensión recta o longitud celeste, se lo conoce como una "Gran Conjunción", principalmente porque a diferencia de las conjunciones con los otros planetas brillantes, estos dos no se juntan muy a menudo.
De hecho la próxima conjunción de los gigantes gaseosos será en 2080 y la siguiente en 2400.
Este año, Júpiter y Saturno se han estado acercando en el cielo de la Tierra desde el verano. Y del 17 al 25 de diciembre los dos estarán separados por menos del diámetro de una luna llena. Pero el 21 de diciembre es justamente cuando la alineación se ‘convierte’ en la Estrella de Belén.
Éste es el mejor día para ver la conjunción entre Júpiter y Saturno porque ambos planetas alcanzan el mayor acercamiento.
A simple vista, según el astrónomo Patrick Hartigan de la Universidad Rice, “en la noche de mayor aproximación, el 21 de diciembre, se verán como un planeta doble, separados solo por una quinta parte del diámetro de la luna llena”.
Para la mayoría de los observadores con telescopio, cada planeta y varias de sus lunas más grandes serán visibles en el mismo campo de visión.
La hora exacta de la conjunción Júpiter y Saturno es a las 18:27 UTC (19:27 CEST), según informa el Instituto Real Observatorio de Madrid.
Aunque las mejores condiciones de observación estarán cerca del ecuador, el evento se podrá observar en cualquier lugar de la Tierra, si el clima lo permite.
Que 2020 está siendo un año ‘especial’ nadie lo duda, incluso para la astronomía. La "Gran Conjunción" coincide con el solsticio del 21 de diciembre, el más corto del año en el hemisferio norte y el más largo en el hemisferio sur.
Debido a que la Tierra no orbita en posición vertical, sino que está inclinada en su eje en 23 grados y medio, los hemisferios norte y sur de la Tierra intercambian posiciones al recibir la luz y el calor del sol de manera más directa. La inclinación de la Tierra, no nuestra distancia del sol, es lo que causa el invierno y el verano. En el solsticio de diciembre, el hemisferio norte se inclina más lejos del sol que durante el resto del año, mientras que el sur está más cerca.
Esto significa que hoy, el mismo día que se produce la conjunción Júpiter y Saturno, comienza el invierno en el hemisferio norte y el verano en el hemisferio sur.
Esta estación durará 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2021 con el comienzo de la primavera en el hemisferio norte y del otoño en el sur.
Sobre los solsticios, la arqueoastrónoma Andrea Rodríguez Antón escribió para este medio lo siguiente:
"Ambos solsticios marcan el comienzo de nuevas estaciones que a lo largo de la historia, y aún en la actualidad, han ido acompañadas de festividades religiosas de diversa índole. ¿Casualidad? En absoluto. Aunque existen numerosas interpretaciones de los solsticios, la mayoría los reconocen como períodos de renovación”.