Voyager, 40 años llamando a la Tierra

Voyager 1 y 2, las naves espaciales más longevas y lejanas de la Humanidad, han cumplido ya 40 años de operación y exploración. A pesar de encontrarse tan remotas, ya que ambas han abanado ya nuestro Sistema Solar, continúan comunicándose con la NASA diariamente mientras exploran las fronteras del espacio.

"Pocas misiones pueden igualar los logros de las Voyager durante sus cuatro décadas de exploración", afirmó Thomas Zurbuchen, miembro asociado de la Dirección de Misiones Científicas (SMD) de la NASA. "Nos han educado en las maravillas desconocidas del universo y verdaderamente han inspirado a la humanidad para continuar explorando nuestro sistema solar y más allá".

El 20 de agosto de 1977 se lanzó la sonda Voyager 2 para investigar otros planetas, 16 días más tarde, el 5 septiembre, le siguió Voyager 1. Ambas conseguido numerosos récords y recabado datos fundamentales para la Humanidad:

Voyager 1 se convirtió en la única nave espacial en entrar en el espacio interestelar. Voyager 2 es la única nave espacial que ha volado por Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, los 4 planetas exteriores. Entre sus múltiples aventuras se incluye el descubrimiento de los primeros volcanes activos más allá de la Tierra en la luna de Júpiter Io; evidencias de un océano subterráneo en Europa, la luna de Júpiter; hallar en la luna de Saturno Titán la atmósfera más parecida a la Tierra en el sistema solar; etc.

Pero la razón que ha llevado a estas sondas a la fama, inspirando tanto al ámbito científico como al artístico, es el hecho de albergar un 'peculiar' mensaje en su interior.

Cada sonda lleva unos vinilos dorados a bordo en los que se han grabado imágenes y sonidos de personas, de animales y de la naturaleza para un posible encuentro con extraterrestres. Es más, en las sondas hay también agujas para los vinilos y un manual de instrucciones por si, llegado el caso, los alienígenas no saben cómo usarlos.

Teniendo en cuenta que estas naves podrían perdurar miles de millones de años, podemos considerar las Voyager como cápsulas de tiempo para la civilización humana.