¿Qué está creando estas FRB o señales desde el espacio profundo? ¿Y por qué las últimas se repiten con un patrón cada 16 días?
13 February 2020
Uno de los grandes misterios del universo se ha vuelto recientemente mucho más extraño. Los astrofísicos han descubierto una pista que podría ayudar a explicar por qué, de vez en cuando, ráfagas súper rápidas de ondas de radio, también conocidas como FRB (fast-radio burst), llegan a la Tierra desde el espacio profundo. Pero la pista en cuestión, un patrón regular de 16 días en una de las ráfagas, socava una de las teorías más populares sobre el origen de estas señales.
Empecemos por el principio. Las ráfagas rápidas de radio son pulsos muy breves (milisegundos) y brillantes de emisiones de radio. Llevan ocurriendo probablemente durante miles de millones de años. Pero los humanos las descubrimos en 2007 (Duncan Lorimer), y desde entonces solo se han detectado unas pocas docenas de ellas. Hasta que, en junio de 2019, los astrónomos por fin lograron rastrear una FRB hasta su galaxia natal.
Pero nadie sabe qué las causa. Dado que estas señales son tan raras, inusuales y brillantes, teniendo en cuenta que son visibles desde miles de millones de años luz en el espacio, los físicos tienden a suponer que provienen de un evento cataclísmico, como la colisión de estrellas.
Sin embargo, este último patrón que sigue un ciclo de 16 días sugiere que algo más está sucediendo, que hay una especie de máquina natural en el universo lanzando pulsos regulares de energía de radio a través del espacio.
Un equipo de investigadores, que trabajan con el experimento de mapeo de intensidad de hidrógeno (CHIME/FRB) en Canadá, descubrió por primera vez esta ráfaga rápida de radio, conocida como FRB 180916.J0158 + 65, en 2019. Y, en enero de 2020, han publicado un artículo en la revista Nature con nuevos y sorprendentes datos. Las ráfagas siguen un patrón regular.
Los científicos rastrearon esta FRB hasta una galaxia espiral relativamente cercana y descubrieron que la FRB se repite cada 16,35 días de la siguiente forma: atraviesa ciclos de actividad regular de cuatro días, eliminando las ondas de radio en el espacio casi cada hora. Luego entra en un período de silencio de 12 días. A veces, la fuente parece omitir sus períodos de vigilia habituales de cuatro días, o deja escapar una sola ráfaga.
Los astrónomos observaron este fenómeno durante un total de 409 días. El estudio está disponible en el sitio de preimpresión arXiv antes de ser revisado por pares.
Nadie sabe qué significa aún este patrón, pero está claro que no encaja del todo en ninguna explicación existente para las FRB.
En general, patrones como este en astrofísica suelen estar relacionados con un objeto giratorio o cuerpos celestes en órbita. Las estrellas de neutrones, vistas desde la perspectiva de los detectores de rayos X en la Tierra, a menudo parecen destellar regularmente como la luz de un faro. Pequeños planetas pueden atenuar la luz de la estrella que orbitan cada vez que pasan entre esa estrella y la Tierra.
En otras palabras, para la astrofísica, estos patrones tienden a indicar rotación. Pero nadie sabe si esta explicación sirve para todas las FRB o solo para algunas de ellas.
En este caso, aún no explica cómo FRB 180916.J0158 + 65 podría enviar señales de manera regular.
Otra posibilidad es que los vientos estelares estén aumentado o bloqueando alternativamente las señales de un cuerpo detrás de ellos.
Tampoco se puede descartar que lo que origina el FRB sea un objeto único, como un magnetar o un pulsar de rayos X, aunque los investigadores señalan que la explicación del cuerpo solitario es más difícil de conciliar con los datos.
Otra posibilidad a la que apuntan los investigadores es que este FRB se esté repitiendo más veces, pero que la señal sea tan débil que los equipos terrestres no hayan podido detectarla. En cuyo caso, muchos más FRB se podrían estar sucediendo continuamente y aún no lo sabemos.
En cualquier caso, los FRB siguen siendo una auténtica incógnita.