Los astrónomos afirman que la colisión ha revelado un nuevo tipo de objeto: una sinestia, una nube de roca fundida y vaporizada y con forma de rosquilla.
20 October 2023 | Fuente: Las Cumbres Observatory
Los astrónomos han observado por primera vez la colisión de dos planetas gigantes de hielo en un sistema solar lejano, un proceso que creen que el planeta Tierra experimentó cuando sólo tenía unos pocos millones de años y que condujo a la creación de nuestra Luna.
El equipo internacional, que incluye a un científico del LCO (Las Cumbres Observatory), afirma que la colisión ha revelado la firma de un nuevo tipo de objeto astronómico: una sinestia, compuesta por una nube de roca fundida y vaporizada y con forma de rosquilla.
Sus hallazgos, publicados en Nature, han demostrado que la sinestia resuelve el misterio del desvanecimiento inesperado de una estrella, revelando cómo se produjo el desvanecimiento tras una colisión entre dos planetas que orbitaban la lejana estrella.
El estudio comenzó con la alerta del All-Sky Automated Survey for Supernovae (ASAS-SN) de que una estrella se había apagado inesperadamente. El equipo sospechó que se trataba de un planeta en órbita alrededor de esa estrella.
El Dr. Edward Gómez, uno de los coautores del artículo, astrofísico y Director de Educación del LCO, declaró: "Tras la alerta, decidimos observar más detenidamente esta estrella con la red mundial de telescopios del Observatorio de Las Cumbres (LCO). Esto reveló que la luz de la estrella se estaba atenuando de una forma totalmente inesperada".
El autor principal del estudio, el Dr. Matthew Kenworthy, del Observatorio de Leiden, añadió: "De la nada, un astrónomo en las redes sociales señaló que la estrella se iluminaba en el infrarrojo más de mil días antes de que se produjera el oscurecimiento. Entonces supe que se trataba de un acontecimiento inusual".
El equipo cree que dos exoplanetas gigantes de hielo chocaron entre sí, produciendo el resplandor infrarrojo que fue captado por el satélite Near Earth Object Wide Field Infrared Survey Explorer (NEOWISE). Tres años más tarde, la nube de escombros de la colisión se desplazó frente a la estrella y redujo su brillo en longitudes de onda visibles.
En los próximos años, la nube de polvo empezará a extenderse a lo largo de la órbita de la sinestia, y será posible detectar la luz de esta nube tanto con telescopios terrestres como con el telescopio espacial James Webb.
Las observaciones del equipo se realizaron con el Observatorio de Las Cumbres, que tiene su centro educativo en la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Cardiff.
Los datos del archivo proceden del satélite NEOWISE y de una alerta del All-Sky Automated Survey for Supernovae (ASAS-SN).