Una roca procedente de un asteroide entró en la atmósfera la noche del 16 de noviembre a unos 227.000 kilómetros por hora, generando esta bola de fuego.
17 November 2020
Un buen susto han podido tener la madrugada del pasado 16 de noviembre los observadores del sur de la Península Ibérica, cuando una enorme bola de fuego muy rápida cruzó el oeste de Andalucía y desapareció sobre el sur de Portugal.
Los detectores del proyecto SMART, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), desde los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), Sevilla y La Hita (Toledo) han registrado el paso de este bólido a una enorme velocidad sobre el suroeste peninsular.
Según el análisis del investigador principal del proyecto SMART, José María Madiedo, la bola de fuego ha sido grabada a las 3:49 (hora peninsular) de la pasada madrugada.
El fenómeno se ha producido al entrar en la atmósfera terrestre una roca procedente de un asteroide a una velocidad de unos 227.000 kilómetros por hora. El choque con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que pudo verse en buena parte del sur y el centro país.
La fase luminosa del evento comenzó a una altitud de 123 kilómetros en la parte más suroccidental de España, moviéndose luego hacia el noroeste y adentrándose en territorio de Portugal para finalizar a una altitud de 61 kilómetros sobre este país.
Justo antes de extinguirse, la roca estalló bruscamente en la atmósfera, y esto aumentó tanto el brillo de la bola de fuego, que iluminó todo el cielo por un instante.
Los detectores del proyecto SMART (Spectroscopy of Meteoroids in the Atmosphere by means of Robotic Technologies) operan en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN). Los objetivos fundamentales de este proyecto son los siguientes:
1. Detectar los meteoroides que impactan con la atmósfera terrestre, determinando su trayectoria, su órbita y de qué cuerpos de nuestro Sistema Solar proceden estas partículas de materia interplanetaria.
2. Determinar la composición química y diversos parámetros físicos de los meteoroides.
3. Obtener información acerca de cómo se difunden en la atmósfera terrestre las especies químicas que componen los meteoroides una vez que éstos se desintegran a su paso por la misma.
4. En el caso de que estos objetos sobrevivan a su brusco paso por la atmósfera y lleguen al suelo en forma de meteoritos, recuperar esos meteoritos y proceder a su análisis.
5. Ubicar estos sistemas de detección en distintos puntos del país, de manera que el radio de acción de los mismos sea lo más amplio posible y, por tanto, se aumente su capacidad de detección y análisis.
6. Automatizar los distintos equipos y sistemas, de forma que éstos puedan llevar a cabo por sí mismos tareas como el arranque, la parada, la adquisición de datos y el pre-procesado de los mismos.