El quinto planeta del sistema solar es el mayor en tamaño y masa, y posiblemente su creación es incluso anterior al Sol.
07 August 2018
Mire hacia el sudoeste después de la puesta del sol (noroeste en el hemisferio sur) y descubrirá un punto brillante de luz que se destaca fácilmente en relación con todo lo que lo rodea. Ese es el planeta Júpiter, que aparece con un brillo intenso y constante.
Júpiter es el quinto planeta del sistema solar. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos y recibe su nombre del dios romano Júpiter (Zeus en la mitología griega).
El brillo de Júpiter en el cielo nocturno se debe a su enorme tamaño. Es, con diferencia, el planeta más grande del sistema solar, y contiene más del doble de la masa de todos los demás planetas, lunas, cometas y asteroides juntos.
Su gran tamaño sugiere que Júpiter además fue el primer planeta en formarse, siendo incluso más antiguo que el propio Sol; este descubrimiento fue realizado por investigadores de la universidad de Münster en Alemania.
Encerrada en Júpiter, por lo tanto, está la receta de cómo se hace un sistema solar: los ingredientes a partir de los cuales se formaron los planetas y otros cuerpos más pequeños, y los procesos y condiciones que permitieron que el material cósmico se uniera para formar nuevos mundos.
Júpiter, junto con Mercurio, Venus, Marte y Saturno, han sido observados desde la antigüedad, ya que son fácilmente visibles en el cielo nocturno.
Ahora somos conscientes de que Júpiter es el planeta más grande y masivo de los planetas, por lo que es apropiado que su nombre sea el del rey de los dioses romanos, que también era el dios del cielo. En la mitología griega, el equivalente de Júpiter es Zeus, el dios supremo de la antigua Grecia.
Júpiter además es un planeta exterior, lo que significa que puede “vagar” por todo el cielo. Es un cuerpo masivo gaseoso, formado principalmente por hidrógeno y helio, carente de una superficie interior definida. Entre los detalles atmosféricos destacan la Gran Mancha Roja (un enorme anticiclón situado en las latitudes tropicales del hemisferio sur), la estructura de nubes en bandas oscuras y zonas brillantes, y la dinámica atmosférica global determinada por intensos vientos zonales alternantes en latitud y con velocidades de hasta 140 m/s.
El astrónomo Galileo Galilei descubrió las cuatro lunas principales de Júpiter: Io, Europa, Ganímedes y Calisto, cada uno de ellos es un mundo por derecho propio que a menudo se conocen como satélites galileanos.
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Hoy en día se han descubierto muchas más lunas y, en las últimas décadas, el recuento va ya por 67 satélites conocidos, mayor número que cualquier otro planeta. No es de extrañar que Júpiter a menudo se le denomine un mini sistema propio.