A finales del año pasado, el asteroide 2024 YR4 nos mantuvo en vilo. Ahora, la amenaza ha caído a prácticamente cero para la Tierra, pero no para la Luna.
09 June 2025
A finales de 2024, un asteroide cercano a la Tierra encendió las alarmas. Se estimó que 2024 YR4 tenía hasta un 3?% de probabilidades de impactarnos en 2032. Ahora, gracias a nuevos datos astronómicos, la amenaza ha caído a prácticamente cero… una lección más sobre las fortalezas del seguimiento de objetos cercanos.
Descubrimiento: detectado por el sistema ATLAS (Chile) el 27 de diciembre de 2024
Tamaño estimado en 40?–?90?m de diámetro, equivalente a objetos que generan explosiones regionales, pero no globales.
De inmediato, asumió importancia porque su órbita es tipo Apolo, intersectando la de la Tierra
Fuente: es.wikipedia.org
El 27 de enero 2025 alcanzó nivel 3 en la escala de Turín, un nivel inusual que implica una probabilidad superior al 1?% y riesgo local importante.
En febrero, los análisis más recientes mostraban hasta un 3,1?% de posibilidad de impacto —o 1 entre 32— el 22 de diciembre de 2032.
Era el mayor riesgo jamás asignado a un asteroide de estas dimensiones, solo detrás de Apophis, que en 2004 llegó a nivel 4.
A finales de febrero, tras análisis con el Very Large Telescope (ESO/VLT) y datos del James Webb, la situación cambió radicalmente:
La probabilidad de impacto cayó a un insignificante 0,004?% (1/26?000, según NASA)
La ESA también reduce el riesgo a prácticamente el mismo nivel - Asteroide 2024 YR4 : Estamos salvados... Y se veía venir
Como consecuencia, 2024?YR4 baja a nivel 0 en la escala de Turin¡, retornando al rango de “no generar preocupación pública ni científica”.
El efecto de esta monitorización constante demuestra cómo, con más datos, las trayectorias se definen con mayor precisión, eliminando riesgos sospechosos .
Según la NASA, sigue existiendo una probabilidad del 4?% de que 2024?YR4 impacte en la Luna el 22 de diciembre de 2032 — algo intrigante pero sin consecuencias para nosotros.
El interés científico sigue intacto: estudiar impactos lunares puede aportar datos valiosos sobre la defensa planetaria.
Muestra que rastrear asteroides no es alarmismo: es prudencia y ciencia en acción.
Refuerza cómo cada nuevo dato —radar, telescopios ópticos, James Webb— reduce la incertidumbre orbital
También es un recordatorio de que aún hay muchos astros pequeños cruzando nuestro vecindario cada año, y saber que no nos sorprendrán es una victoria enorme para la humanidad .
Lo que comenzó con un leve destello de alarma se disipó ante el poder de la ciencia colaborativa y las redes de observación planetaria. 2024?YR4 «celebra» con nosotros el solsticio astronómico de la inteligencia colectiva: seguimos atentos al cielo, pero cada vez mejor preparados para entenderlo.
Si quieres estar al día con asteroides, lluvias de meteoros, eclipses... y todo lo que ocurre arriba, en Turismodeestrellas.com te lo contamos con rigor… y sin alarmismos.
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