La ESA se prepara para lanzar en 2026 la misión PLATO, diseñada para encontrar exoplanetas similares a la Tierra en zonas habitables
23 January 2025
El lanzamiento de PLATO en 2026 marca un nuevo hito en la búsqueda de exoplanetas. Esta misión, cuyo nombre completo es Planetary Transits and Oscillations of stars, tiene como meta principal identificar planetas rocosos similares a la Tierra que orbitan dentro de las zonas habitables de estrellas cercanas.
La zona habitable de un sistema estelar se define como aquella región donde las condiciones permitirían la existencia de agua líquida, un elemento clave para la vida tal como la conocemos. PLATO combinará su capacidad para detectar tránsitos planetarios —pequeñas disminuciones en la luz de una estrella causadas por el paso de un planeta frente a ella— con un análisis detallado de las propiedades de las estrellas anfitrionas, lo que permitirá una comprensión integral de estos sistemas planetarios.
La misión PLATO será revolucionaria en muchos aspectos, destacando su innovador diseño. Estará equipada con 26 telescopios y cámaras individuales, lo que le permitirá monitorear grandes áreas del cielo con una precisión sin precedentes. Este sistema de múltiples telescopios permitirá a PLATO observar hasta un millón de estrellas, buscando señales de planetas en tránsito mientras registra datos precisos sobre sus estrellas anfitrionas.
Además, la misión se enfocará especialmente en estrellas brillantes y cercanas, donde los planetas detectados podrán ser estudiados más a fondo por telescopios terrestres y espaciales. Esto significa que, además de descubrir nuevos exoplanetas, PLATO también proporcionará una lista de objetivos prioritarios para futuras investigaciones sobre atmósferas planetarias y habitabilidad.
Además de su enfoque en los exoplanetas, PLATO contribuirá significativamente a la astrofísica estelar. Al estudiar las oscilaciones en la luz de las estrellas —un campo conocido como astrosismología—, los científicos podrán determinar las características fundamentales de estas estrellas, como su tamaño, edad y composición química.
Estos datos serán cruciales para comprender mejor la evolución de los sistemas planetarios, incluido el nuestro. Según la ESA, la combinación de astrosismología y estudios de exoplanetas permitirá establecer un contexto más amplio sobre la formación y habitabilidad de los planetas.
PLATO no solo buscará planetas en zonas habitables, sino que también analizará las condiciones que podrían permitir la existencia de vida. Esto incluye la composición atmosférica de los planetas, su temperatura superficial y su distancia de la estrella anfitriona.
Al proporcionar datos detallados sobre estos mundos lejanos, PLATO se sumará al trabajo de misiones previas como Kepler y TESS, pero con un enfoque más especializado en planetas rocosos y sistemas estelares cercanos. Esto coloca a la misión en el centro de una de las mayores preguntas de la humanidad: ¿Estamos solos en el universo?
La misión PLATO es el resultado de una estrecha colaboración entre países europeos y otras instituciones internacionales. Más de 20 agencias espaciales y centros de investigación participan en el desarrollo y diseño de la misión, incluyendo organizaciones como el Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) y el Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar.
Esta cooperación no solo demuestra el esfuerzo conjunto para avanzar en la exploración espacial, sino que también subraya la importancia de compartir conocimientos y recursos en la búsqueda de objetivos científicos comunes.
PLATO se encuentra en su fase final de desarrollo, con todos los sistemas y equipos sometidos a rigurosas pruebas. Según la ESA, el lanzamiento está previsto para mediados de 2026 a bordo de un cohete Ariane 6 desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa.
Los científicos anticipan que los datos de PLATO no solo aumentarán nuestro conocimiento sobre los exoplanetas, sino que también redefinirán nuestra comprensión del universo y la posibilidad de vida más allá de la Tierra.
Con PLATO, el futuro de la exploración planetaria parece más prometedor que nunca, alimentando nuestra curiosidad innata por lo desconocido y el deseo de encontrar nuestro lugar en el cosmos.