Así lo anunció JAXA, después de que el módulo de aterrizaje (SLIM) alunizara un ángulo torcido que dejaba sus paneles solares en la dirección equivocada.
30 January 2024 | Fuente: AFP
El aterrizaje de SLIM el 20 de enero convirtió a Japón en el quinto país en lograr un "alunizaje suave" en la Luna después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China y la India.
El módulo de aterrizaje lunar de Japón ha vuelto a la vida, según explicó el lunes la agencia espacial, lo que le permite continuar con su misión de investigar la superficie lunar a pesar de su comienzo difícil, y es que el módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna (SLIM) había aterizado en un ángulo torcido que dejó sus paneles solares orientados en la dirección equivocada.
El anuncio sorpresa, tras nueves días de incertidumbre, fue un impulso para el programa espacial de Japón.
"¡Anoche logramos establecer comunicación con SLIM y reanudamos nuestras operaciones!" dijo JAXA en la plataforma de redes sociales X, publicando una imagen granulada de una roca lunar conocida como "caniche toy".
"Inmediatamente comenzamos observaciones científicas con MBC y obtuvimos con éxito la primera luz para la observación de 10 bandas", dijo, refiriéndose a la cámara espectroscópica multibanda del módulo de aterrizaje.
El aterrizaje de SLIM el 20 de enero convirtió a Japón en el quinto país en lograr un " alunizaje suave " en la Luna, después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China y la India.
Pero en su descenso, denominado "20 minutos de terror", la nave sufrió problemas de motor y terminó en un ángulo sesgado, según muestran las imágenes difundidas por JAXA.
Esto significaba que los paneles solares estaban orientados hacia el oeste en lugar de hacia arriba, y no estaba claro si todavía recibirían suficiente luz solar para funcionar.
La semana pasada, JAXA dijo que había apagado el SLIM del tamaño de un ascensor cuando le quedaba un 12 por ciento de energía, con la esperanza de que la nave se despertara esta semana.
Un portavoz de JAXA declaró el lunes a la AFP que la operación SLIM se reanudó "presumiblemente porque la generación de energía se reanudó en su batería solar al recibir luz solar".
"Daremos prioridad a lo que podemos hacer ahora (observar y recopilar información) en lugar de ajustar la posición de SLIM, ya que ajustar la posición podría llevar a una situación peor", dijo.
"El día (donde SLIM está en la luna) durará hasta finales de enero y será nocturno a partir de febrero", dijo.
Para ayudar a reparar su reputación después de una serie de percances recientes, JAXA dijo la semana pasada que SLIM había aterrizado a 55 metros de su objetivo. Esto significa que el "Moon Sniper" hizo honor a su apodo y aterrizó dentro de la zona de aterrizaje de 100 metros, mucho más precisa que el alcance habitual de varios kilómetros.
Antes de apagar la nave, el control de la misión pudo descargar datos técnicos y de imágenes del descenso de SLIM y del cráter lunar donde aterrizó.
Suponiendo que tenga suficiente energía, SLIM ahora puede abordar su misión principal de investigar un área expuesta del manto lunar, la capa interna generalmente debajo de su corteza.
Dos sondas también se separaron con éxito, explicó JAXA: una con un transmisor y otra diseñada para recorrer la superficie lunar transmitiendo imágenes a la Tierra.
Este mini-rover que cambia de forma, un poco más grande que una pelota de tenis, fue desarrollado conjuntamente por la empresa detrás de los juguetes Transformer.
Rusia, China y otros países, desde Corea del Sur hasta los Emiratos Árabes Unidos, también están probando suerte para llegar a la luna.
El módulo de aterrizaje lunar Peregrine de la firma estadounidense Astrobotic comenzó a perder combustible después del despegue este mes, condenando su misión al fracaso. Probablemente se quemó en la atmósfera de la Tierra a su regreso.
La NASA también ha pospuesto los planes para misiones lunares tripuladas bajo su programa Artemis.
Dos misiones lunares japonesas anteriores, una pública y otra privada, fracasaron.
En 2022, el país envió sin éxito una sonda lunar llamada Omotenashi como parte de la misión Artemis 1 de Estados Unidos.
En abril, la startup japonesa ispace intentó en vano convertirse en la primera empresa privada en aterrizar en la luna, perdiendo comunicación con su nave después de lo que describió como un "aterrizaje forzoso".