Si quieres ver en 2020 las luces del norte, te contamos cuáles son los mejores meses y de qué depende que haya más actividad de las auroras boreales.
14 January 2020
Si pudiéramos responder con absoluta exactitud cuándo van a aparecer las Auroras Boreales, probablemente ya nos habríamos hecho tremendamente ricos, mucho más que Nostradamus, porque lo cierto es que la aurora es un fenómeno natural relativamente difícil de predecir más de dos horas antes de que ocurra.
En gran parte la aparición de las llamadas luces del norte depende de la actividad solar y, si bien podemos estimar la cantidad de manchas solares que pueden aparecer, no podemos predecir con precisión cuándo ocurrirán ni con qué frecuencia. Lo mejor que podemos hacer es proporcionar una guía aproximada basada en ciertas escalas de tiempo.
Nuestro Sol pasa por un ciclo de actividad que dura aproximadamente 11 años y que pasa entre el máximo solar (actividad solar más alta) y el mínimo solar (actividad solar más baja). La aurora boreal es más frecuente durante el máximo solar, el último de los cuales ocurrió en junio de 2014.
En términos generales, las auroras boreales permanecen muy activas dos o tres años antes y después del Máximo Solar, lo que significa que desde 2019 la actividad de las auroras boreales ha disminuido. Aunque no significa que hayan desaparecido. De hecho, durante el invierno de 2020 se pronostica que todavía habrá una alta probabilidad de ver auroras. En cualquier caso, la actividad solar aumentará otra vez en el año 2022 para llegar al máximo en el año 2026.
Las auroras ocurren durante todo el año, pero el el exceso de luz de los meses de verano las hacen invisibles a la vista, por lo que debemos centrarnos en el resto del año.
Las auroras son fenómenos luminosos sutiles y se observan mejor cuando existe oscuridad, por lo que, en principio, el mejor periodo para apreciarlas está comprendido entre octubre y marzo, aunque puede ampliarse esta franja si las temperaturas son lo suficientemente bajas.
Centrando un poco más el tiro, se dice que el frío beneficia a las luces del norte, por lo que los mejores meses para ver auroras boreales son enero y febrero, pues las temperaturas son más bajas y las horas de oscuridad mayores. Pero hay que tener en cuenta que en esa época es fácil que aparezcan nubes en el cielo nocturno.
Se especula que los equinoccios de primavera y otoño (alrededor del 20 de marzo y el 20 de septiembre) conllevan una mayor actividad solar. Si combinas esto con temperaturas ligeramente más cálidas y la mejora del clima (con la posibilidad de menos nubes) finales de marzo o principios de abril puede ser un momento excelente para ir a cazar auroras.
Las áreas en las que con mayor frecuencia pueden apreciarse las auroras se corresponden con dos anillos deformados con centro en los polos magnéticos (que no se corresponden con los polos geográficos). En el hemisferio norte esta franja transcurre por Alaska, norte de Canadá, sur de Groenlandia, Islandia, norte de Noruega y Rusia. En estas áreas la frecuencia de las auroras es aproximadamente de 240 noches al año.