La primera bodega certificada con el sello Starlight del mundo abre nuevas vías para disfrutar de dos pasiones ancestrales, vino y cielo.
08 April 2020
Hay maridajes que resultan tan perfectos que parecen creados expresamente para convivir. Como el cine con las palomitas, los atardeceres con la piña colada... O los filtros de animalitos con Instagram. En un sentido más elevado, literalmente, el maridaje entre el firmamento y el vino resulta de una comunión inigualable. Cielo y tierra se dan fácilmente la mano, ofreciendo una enorme posibilidad de productos turísticos para quienes saben verlos y disfrutarlos.
Prueba de ello es el nuevo certificado ‘Bodegas Starlight’, que se ha estrenado con las Bodegas Llanovid, situadas en un entorno de volcanes y viñedos en el municipio de Fuencaliente (La Palma), uno de los mejores lugares del mundo para contemplar las estrellas.
Estas veteranas bodegas, con más de setenta años de experiencia vinícola y amplio reconocimiento, han conseguido unir el cielo y la tierra, con iniciativas astronómicas o productos que hacen referencia específica a las estrellas en su etiquetado.
La combinación de una naturaleza volcánica, un marco de estrellas, más la degustación de un buen vino, supone una experiencia sugerente para los cinco sentidos. Así lo han entendido desde Bodegas Llanovid y ofrecen una experiencia astronómica única, “Vino & Luna”, una forma de hacer un viaje “Desde la tierra, al cielo” en la que se incluye visita a la Bodega, charla sobre los procesos de vendimia nocturna, cata de sus vinos y, por supuesto, una observación de la Luna a través de un telescopio desde la terraza. En resumen, una experiencia cautivadora difícil de olvidar.
Este es uno de los motivos por los que Bodegas Llanovid se ha convertido en la primera Bodega Starlight del mundo. Este certificado, que otorga la Fundación Starlight, está destinado a establecimientos que, además de ofrecer una calidad demostrada en sus servicios, se convierten en propagadores de los valores contenidos en la Declaración de La Palma, en Defensa del Cielo Nocturno y el Derecho a la Luz de las Estrellas.
Además, ofrecen a sus clientes actividades relacionadas con la observación del cielo y se implican como agentes activos en la propagación de la cultura astronómica.
El ritmo de los astros influye en todo tipo de cultivos y, por supuesto, los viñedos no son una excepción. Así, muchos son los vinos que lucen en su etiquetado referencias al cielo estrellado, motivado por la simbiosis evidente entre ambas pasiones o por nexos más estrechos, como la recogida nocturna de la uva o el momento de la siembra. Algunos ejemplos fáciles de encontrar son Celeste de Bodegas Torres, Arrullo de Estrellas de Páez Morilla o Alunado de Pago los Balancines.
También aumenta el número de bodegas que, aprovechando su ubicación en idílicas extensiones de terreno, generalmente alejadas de la contaminación lumínica, ofrecen experiencias astronómicas maridadas con catas de vinos, como ejemplo ‘Cata de vinos bajo la Luna’ en Vinícola Arganda (Arganda del Rey), ‘Cata eno-astronómica’ en Bodegas Vila Corona (Lérida) o ‘Maridaje Estelar’ en Bodegas Valdelana (Álava).
El cosmos y los productos de la tierra bailan acompasados y son un placer para los sentidos. Así, maridar vino con estrellas puede ofrecer nuevas vías para que disfrutemos, al mismo tiempo, de dos de nuestras pasiones.