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Telescopio Bolshoi, el mayor y más problemático de la clase
El telescopio BTA-6 en Rusia, que fue el mayor telescopio del mundo, llegó a ser considerado uno de los ‘grandes desastres soviéticos’.
El Telescopio Bolshoi o BTA-6 es un telescopio óptico de 6 metros de apertura situado a más de 2000 metros en las montañas del Cáucaso al sur de Rusia, entre el Mar Negro y el Mar Caspio. Desde su primera luz en 1975 hasta 1993 fue el telescopio más grande del mundo, venciendo al mismísimo telescopio Hale.
Sin embargo, una serie de problemas impidieron que el Telescopio Bolshoi funcionara a plena rendimiento y permitieron al telescopio Hale decir que seguía siendo el mayor telescopio óptico efectivo.
Edificio principal del telescopio Bolshoi por fueraEstos problemas fueron principalmente técnicos y relacionados con espejo primario, que tuvo que ser reemplazado varias veces con enormes costes. Pero es que además el Monte Pastukhov donde se halla el BTA-6 no parece ser el lugar más adecuado debido a su mala visión atmosférica con fuertes vientos y un clima cambiante.
También la inmensa cúpula del reflector, de 58 m de altura, ha resultado ser demasiado espaciosa. Esto hace difícil igualar la temperatura interior con la exterior, lo que degrada más aún el rendimiento óptico del Telescopio Bolshoi.
Entorno del telescopio BTA-6 en el Monte PastukhovDe hecho, desde que el BTA-6 fue declarado operativo en 1977, en occidente fue considerado como un "elefante blanco" (un objeto de lujo, carísimo de mantener), tanto que incluso el caso se citó en el libro de 1988 de James Oberg "Descubriendo Desastres Soviéticos".
Pese a esos problemas técnicos, el telescopio BTA-6 o Bolshoi ha sido un modelo de diseño para todo gran telescopio, sobre todo gracias al uso de un montaje altacimutal controlado por ordenador, que es a la vez más simple y más flexible que la montura ecuatorial utilizada en los diseños anteriores de telescopios.
El telescopio con los 6 m de diámetro del espejo principalA pesar de las deficiencias, el BTA-6 sigue siendo un instrumento importante, capaz de obtener imágenes de objetos tan débiles como de la 26ª magnitud aparente. Esto lo hace especialmente útil para tareas como espectroscopia e interferometría de moteado, donde el rendimiento de recolección de luz es más importante que la resolución. El Telescopio Bolshoi ha realizado varias contribuciones importantes usando estas técnicas.