Nuevas teorías sobre el origen de los géiseres en Encélado: ¿Hay posibilidad de vida?

Astronomía

Nuevas teorías sobre el origen de los géiseres en Encélado: ¿Hay posibilidad de vida?

Proponen que los géiseres de Encélado podrían originarse en una 'zona fangosa' bajo la superficie, abriendo perspectivas sobre su habitabilidad.

Encélado, la sexta luna más grande de Saturno, ha sido objeto de fascinación desde que la sonda Cassini de la NASA descubrió en 2005 géiseres que expulsan agua y vapor desde su polo sur. Estas columnas, que se extienden cientos de kilómetros al espacio, han llevado a los científicos a considerar la posibilidad de un océano subsuperficial capaz de sustentar vida. Sin embargo, una investigación reciente sugiere una nueva explicación para el origen de estos géiseres.

¡Agua va! - El viaje de Cassini hasta Encelado Encélado y sus géiseres

Saturno está orbitado por 146 lunas, siendo Encélado la sexta más grande con aproximadamente 500 km de diámetro. Esta pequeña luna helada se caracteriza por su superficie blanca altamente reflectante y chorros en forma de géiser que liberan hielo y vapor de agua a cientos de kilómetros en el espacio desde su polo sur.

La nave espacial Cassini de la NASA identificó estos chorros en 2005, antes de tomar muestras de ellos en 2008, 2009 y 2015. En consecuencia, los científicos descubrieron que las aguas calientes ricas en minerales poseen los componentes necesarios para la vida, a pesar de que la superficie de la luna alcanza temperaturas extremas de -201 °C.

Tradicionalmente, se ha creído que un vasto océano subterráneo, que abarca aproximadamente 20 millones de km3, es la fuente de los géiseres de Encélado. La presencia de sales y la sincronización de las erupciones con la órbita de la luna alrededor de Saturno respaldan esta teoría. No obstante, el profesor Colin Meyer, de Dartmouth College, y su equipo han propuesto una alternativa basada en modelos recientes. Según su estudio, publicado en Geophysical Research Letters, los géiseres podrían originarse en una "zona fangosa" situada entre la corteza helada y el océano subsuperficial. Esta zona estaría compuesta por una mezcla de hielo y líquido, donde el calentamiento por cizalladura, resultado de las fuerzas de marea ejercidas por Saturno, generaría suficiente calor para mantener el agua en estado líquido y expulsarla a través de fracturas en la superficie.

El profesor Meyer destaca la importancia de comprender el mecanismo detrás de estos géiseres para evaluar la habitabilidad de Encélado. La presencia de materiales orgánicos en las plumas sugiere condiciones favorables para la vida, pero es crucial determinar cómo se forman estas columnas para entender mejor el entorno subsuperficial de la luna.

En esta imagen, el telescopio espacial James Webb de la NASA muestra una columna de vapor de agua que sale del polo sur de la luna Encélado de Saturno y se extiende por una distancia 20 veces mayor que el tamaño de la luna misma. El recuadro, una imagen del orbitador Cassini, enfatiza lo pequeña que se ve Encélado en la imagen de Webb en comparación con la columna de agua. / Crédito: NASA, ESA, CSA, STScI y G. Villanueva (Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA). Procesamiento de imágenes: A. Pagan (STScI)

Esta nueva perspectiva no descarta la existencia de un océano subterráneo, pero plantea que la interacción entre el hielo y el líquido en la "zona fangosa" podría desempeñar un papel más significativo en la formación de los géiseres de lo que se pensaba anteriormente. Comprender este proceso es esencial para futuras misiones que busquen signos de vida en Encélado.

Además, estudios recientes han detectado columnas de vapor de agua que se extienden más de 9.650 kilómetros desde la superficie de Encélado, casi la distancia entre Los Ángeles y Buenos Aires. Estas observaciones refuerzan la idea de una actividad geológica significativa en la luna, lo que aumenta el interés en su potencial habitabilidad.

La detección de cianuro de hidrógeno en las plumas de Encélado también ha sido objeto de estudio. Aunque este compuesto es tóxico, su presencia podría indicar procesos químicos complejos que, paradójicamente, podrían favorecer la formación de moléculas orgánicas esenciales para la vida.

Encélado, con su superficie helada y su actividad geológica, continúa siendo un objetivo primordial en la búsqueda de vida extraterrestre. La comprensión de los mecanismos que impulsan sus géiseres es fundamental para evaluar su potencial habitabilidad y planificar futuras misiones que puedan explorar sus misterios ocultos bajo la capa de hielo.