Astronomía
El agujero negro de la Vía Láctea está listo para darnos una ‘patada’
Los astrónomos llaman a este agujero negro gigante Sagitario A* y se encuentra a unos 26.000 años luz de la Tierra, en el centro de nuestra galaxia.
El agujero negro supermasivo localizado en pleno centro de la Vía Láctea está girando tan rápido que está deformando el espacio-tiempo que lo rodea en una forma que puede parecerse a una pelota de fútbol, según un nuevo estudio que utiliza datos del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el National Science. Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) de la Fundación.
Los astrónomos llaman a este agujero negro gigante Sagitario A* (Sgr A* para abreviar), que se encuentra a unos 26.000 años luz de la Tierra, en el centro de nuestra galaxia.
¿Qué se sabe de los agujeros negros? Ilustración sobre el agujero negro supermasivo, Sagitario A* // NASA/CXC/Univ. de Wisconsin/Y.Bai, et al.Los agujeros negros tienen dos propiedades fundamentales: su masa (cuánto pesan) y su giro (qué tan rápido giran). La determinación de cualquiera de estos dos valores les dice a los científicos mucho sobre cualquier agujero negro y cómo se comporta.
Un equipo de investigadores aplicó un nuevo método que utiliza datos de radio y rayos X para determinar qué tan rápido gira Sgr A* en función de cómo fluye el material hacia y desde el agujero negro. Analizando los datos descubrieron que Sgr A* gira con una velocidad angular (el número de revoluciones por segundo) que es aproximadamente el 60% del valor máximo posible, un límite establecido por el hecho de que el material no puede viajar más rápido que la velocidad de la luz.
Cabe recordar que, en el pasado, diferentes astrónomos hicieron otras estimaciones de la velocidad de rotación de Sgr A* utilizando diferentes técnicas, con resultados que iban desde que Sgr A* no giraba en absoluto hasta que giraba casi a su velocidad máxima.
Imagen de rayos X de Chandra de Sagitario A* y la región circundante. Crédito: NASA/CXC/Univ. de Wisconsin/Y.Bai, et al.Un agujero negro en rotación atrae el “espacio-tiempo” (la combinación de tiempo y las tres dimensiones del espacio) y la materia cercana a medida que gira. El espacio-tiempo alrededor del agujero negro en rotación también está aplastado. Mirando un agujero negro desde arriba, a lo largo del cañón de cualquier chorro que produzca, el espacio-tiempo tiene una forma circular. Sin embargo, si se mira el agujero negro que gira desde un lado, el espacio-tiempo tiene la forma de una pelota de fútbol. Cuanto más rápido sea el giro, más plano será el balón.
El giro de un agujero negro puede actuar como una importante fuente de energía. Los agujeros negros supermasivos que giran pueden producir flujos colimados, es decir, material extraído como chorros, que se produce cuando se extrae su energía de giro, lo que requiere que haya al menos algo de materia en las proximidades del agujero negro.
Debido a la escasez de combustible alrededor de Sgr A*, este agujero negro ha estado relativamente tranquilo en los últimos milenios con chorros relativamente débiles. Este trabajo, sin embargo, muestra que esto podría cambiar si aumenta la cantidad de material en las proximidades de Sgr A*.
Esto significa que, en el futuro, si cambian las propiedades de la materia y la intensidad del campo magnético cercano al agujero negro, parte de la enorme energía del giro del agujero negro podría generar flujos de salida más potentes. Este material fuente podría provenir de gas o de los restos de una estrella destrozada por la gravedad del agujero negro si esa estrella se acerca demasiado a Sgr A*.
Método de flujo de salida Vídeo: Vista rápida de Chandra a Sagitario A*Para determinar el giro de Sgr A*, los autores utilizaron un método teórico de base empírica denominado "método de flujo de salida" que detalla la relación entre el giro del agujero negro y su masa, las propiedades de la materia cerca del agujero negro, y las propiedades de salida. El flujo colimado produce ondas de radio, mientras que el disco de gas que rodea el agujero negro es responsable de la emisión de rayos X. Utilizando este método, los investigadores combinaron datos de Chandra y el VLA con una estimación independiente de la masa del agujero negro de otros telescopios para limitar el giro del agujero negro.