¿Existen los maremotos en las estrellas? La respuesta es: Sí

Astronomía

¿Existen los maremotos en las estrellas? La respuesta es: Sí

Una estrella, con cambios de brillo pulsantes y olas tan altas como tres soles, ofrece una perspectiva única de los sistemas estelares dobles masivos.

Si alguna vez te habías planteado si existían los maremotos en el cosmos, la respuesta es que sí y concretamente en los sistemas estelares y es que un nuevo estudio ha revelado la existencia de olas titánicas, generadas por las mareas, que rompen repetidamente en una de las estrellas de una binaria variable que además late como un corazón. Un hecho que es la primera vez que se observa en una estrella.  

Estrellas latientes  

El sistema estelar intrigó a los investigadores porque es la "estrella latiente" ('heartbeat star') más dramática de la que se tiene constancia. Las estrellas latientes son estrellas en pares cercanos que pulsan periódicamente en brillo, como el ritmo de un corazón latiendo en una máquina de electrocardiograma.  

Las estrellas de los sistemas de latido giran en torno a órbitas ovales alargadas. Cada vez que se acercan, la gravedad de las estrellas genera mareas, igual que la Luna crea mareas oceánicas en la Tierra. Las mareas estiran y distorsionan las formas de las estrellas, alterando la cantidad de luz estelar que se ve procedente de ellas cuando sus lados anchos o estrechos se orientan alternativamente hacia la Tierra. 

Recreación de la estrella 'heartbeat' // Crédito: MELISSA WEISS, CFA

Un nuevo estudio explica por qué las fluctuaciones de brillo de un sistema estelar de latido especialmente extremo son unas 200 veces mayores que las de las estrellas de latido típicas. La causa: las gigantescas olas que se propagan a través de la estrella mayor, provocadas cuando su compañera más pequeña pasa regularmente cerca de ella.  

Según el estudio, estas marejadas alcanzan alturas y velocidades tan elevadas que las olas se rompen, de forma similar a las olas del mar, y se estrellan contra la superficie de la estrella grande. 

Primera observación de maremotos en estrellas de latido  

Las estrellas de latido de corazón se vieron por primera vez cuando el telescopio espacial Kepler de la NASA, dedicado a la caza de exoplanetas, detectó sus delatoras pulsaciones de brillo estelar, normalmente sutiles. 

Sin embargo, la estrella de latidos extremos es todo menos sutil. La estrella más grande del sistema tiene casi 35 veces la masa del Sol y, junto con su compañera más pequeña, se denomina oficialmente MACHO 80.7443.1718, no por su fuerza estelar, sino porque los cambios de brillo del sistema fueron registrados por primera vez por el Proyecto MACHO en la década de 1990, que buscaba indicios de materia oscura en nuestra galaxia. 

El brillo de la mayoría de las estrellas latido sólo varía en torno a un 0,1%, pero MACHO 80.7443.1718 llamó la atención de los astrónomos por sus drásticas oscilaciones de brillo sin precedentes, de un 20% hacia arriba y hacia abajo. 

El modelo de MacLeod muestra que la tremenda energía liberada por el choque de las olas de los maremotos en MACHO 80.7443.1718 tiene dos efectos. Hace girar la superficie estelar cada vez más rápido y arroja gas estelar hacia el exterior para formar una atmósfera estelar giratoria y brillante. 

Aproximadamente una vez al mes ocurre un maremoto estelar, las dos estrellas se cruzan y una nueva ola monstruosa atraviesa la superficie de la inmensa estrella. Por muy inédito que sea MACHO 80.7443.1718, es poco probable que sea único. De las casi 1.000 estrellas de latido descubiertas hasta ahora, unas 20 muestran grandes fluctuaciones de brillo. 

Esta última estrella descubierta ha sido podada por los astrónomos "estrella rompecorazones", y su sistema ofrece una visión sin precedentes de la interacción entre estrellas masivas. 

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