Astronomía
Una guía espectral busca vida en Proxima b y Trappist-1 e
El estudio se basa en las huellas de la luz de la atmósfera de los exoplanetas para buscar signos de vida.
Una plantilla en forma de modelos espectrales para dilucidar con nuevos telescopios si Próxima b y Trappist-1e, dos planetas rocosos cercanos en zona habitable, contienen vida ha sido desarrollada en la Universidad de Cornell.
La guía de campo espectral creada por el estudiante de último curso de astronomía Zifan Lin plantea escenarios para dos exoplanetas que pueden albergar vida: Proxima b, en la zona habitable de nuestro vecino más cercano, Proxima Centauri; y Trappist-1e, uno de los tres posibles candidatos a exoplanetas similares a la Tierra en el sistema Trappist-1.
Trappist-1 ¿están ahí los nuevos mundos habitables?El documento, en coautoría con Lisa Kaltenegger, profesora asociada de astronomía y directora del Instituto Carl Sagan de Cornell, ha sido publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
"Para investigar si hay signos de vida en otros mundos, es muy importante comprender los signos de vida que se muestran en la huella de la luz de un planeta", dijo Lin. "La vida en los exoplanetas puede producir una combinación característica de moléculas en su atmósfera, y esas se convierten en signos reveladores en los espectros de tales planetas".
"En el futuro cercano veremos la atmósfera de estos mundos con nuevos y sofisticados telescopios terrestres, lo que nos permitirá explorar el clima del exoplaneta y podría detectar su biota", dijo.
En la búsqueda de mundos habitables, las estrellas "enanas M" llaman la atención de los astrónomos, ya que el universo local está repleto de estos soles, que constituyen el 75% del cosmos cercano, según explicá Lin en un comunicado.
A lo largo de la Vía Láctea, nuestra galaxia natal, los astrónomos han descubierto más de 4.000 exoplanetas, algunos en la zona habitable de sus propios soles, un área que proporciona condiciones adecuadas para la vida.
Para explorar la atmósfera de estos lugares, los científicos necesitan grandes telescopios de próxima generación, como el telescopio extremadamente grande (ELT), actualmente en construcción en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, que se espera que esté operativo en 2025. Los científicos pueden apuntar el ocular gigantesco, con un espejo primario impecable de aproximadamente la mitad del tamaño de un campo de fútbol, a Proxima b y Trappist-1e. El futuro telescopio tendrá más de 250 veces el poder de recolección de luz del telescopio espacial Hubble.
Lin y Kaltenegger afirman que las espectrógrafos de alta resolución del ELT pueden discernir agua, metano y oxígeno tanto para Proxima b como para Trappist-1e, si estos planetas son como nuestro propio punto azul pálido.
Aproximadamente a 4 años luz de la Tierra, Proxima b puede resolverse con nuevos telescopios terrestres, lo que les da a los astrónomos una ventaja para observar este mundo cercano.
"Suponiendo que estos mundos podrían ser como una Tierra joven o moderna, con atmósferas similares o erosionadas", dijo Kaltenegger. "Zifan ha generado una base de datos de huellas claras para estos mundos, una guía para permitir a los observadores aprender cómo encontrar signos de vida, si están allí".
Kaltenegger dijo: "Estamos proporcionando una plantilla sobre cómo encontrar vida en estos mundos, si es que existe".