Astronomía
Proyecto Amanar, la astronomía como herramienta de intercambio cultural con el Sáhara
La astronomía, que fue una herramienta esencial para la supervivencia en el Sáhara, ahora teje lazos entre culturas con el lema Bajo el mismo cielo.
La astronomía cultural no solo estudia el conocimiento astronómicos en las culturas pasadas, también en las presentes. Y es que todas las culturas tienen su cielo. No un cielo en el sentido físico sino en el cultural, pues cada una desarrolla sus mitos particulares alrededor del cosmos, imagina formas diferentes en el cielo creando sus propias constelaciones en base a su mitología propia (dioses, héroes, etc.) o su entorno cotidiano (animales, simbología). El cazador mitológico griego que observamos en la constelación que llamamos Orión en Occidente, es interpretado como un hombre crucificado o un animal en otras culturas donde la Antigua Grecia queda lejos.
La constelación de Orión, el cazador de invierno.Del mismo modo, diferentes sociedades desarrollan sus calendarios observando patrones astronómicos particulares que se adaptan a sus modos de vida y costumbres en condiciones ambientales y climáticas particulares: desiertos, estepas, selvas, clima mediterráneo... Es realmente fascinante cómo toda esa diversidad natural y cultural se ve plasmada en los usos, creencias y mitologías en torno al universo.
Del estudio de estos otros cielos se encarga la ETNOASTRONOMÍA, una disciplina que trata del conocimiento astronómico en las diferentes culturas, sus representaciones del cosmos y las costumbres asociadas a esta sabiduría. Su estudio es importante ya que permite apreciar diferentes maneras de comprender el mundo a través de algo tan fundamental como es el interés por el cielo, por entender el universo que nos rodea.
Encuentro bajo las estrellas con la sabia Alhaizza AlDih AlNah, gran conocedora de la astronomía tradicional saharaui (octubre 2019)./ Crédito: Felipe Carrelli.Pero a fin de cuentas, todas las personas que habitamos este loco mundo nos encontramos bajo un mismo cielo. Este es el lema de AMANAR, un proyecto de la iniciativa internacional sin ánimo de lucro GALILEO MOBILE cuyo objetivo es acercar la ciencia y la astronomía a la juventud en zonas en las que difícilmente llega este conocimiento, de manos de un grupo internacional de astrónomos, astrónomas, educadores, educadoras y cineastas. Con AMANAR se ha llevado a cabo un intercambio de saberes astronómicos en varias fases: a través de actividades que se han desarrollado con los niños y niñas que estuvieron en Tenerife con el programa Vacaciones en Paz en el verano de 2019, en escuelas y centros de formación de profesorado en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (en el sur de Argelia) en octubre de 2019 y a través entrevistas con ancianos y sabios saharauis. El equipo que viajó a los campamentos estuvo integrado por las astrofísicas y divulgadoras Sandra Benítez Herrera (coordinadora del proyecto) y Nayra Rodríguez Eugenio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), los astrofísicos Jorge Rivero (Universidad de Leiden), Fabio del Sordo (Universidad de Creta) y Diego Torres (Centro Brasileño de Investigaciones Científicas), los cineastas brasileños Demetrio Rodrigues y Felipe Carrelli y yo misma (Andrea Rodríguez Antón). Nos acompañó nuestro amigo Hamdi Ahmed Aomar, delegado del Frente Polisario en Canarias, gestionando las visitas, traduciendo el hassania (dialecto del árabe del Sáhara Occidental) y ayudándonos a comprender el contexto.
El pueblo saharaui, tradicionalmente beduino, no ha tenido más remedio que desarrollar un amplio conocimiento del cielo. Y es que la supervivencia en un territorio tan hostil como es un desierto depende inevitablemente del conocimiento de las zonas donde hay agua, comida para los animales y cuándo hay que trasladarse de un lugar a otro más favorable. Para ello se fijaban minuciosamente en la visibilidad de determinadas estrellas y constelaciones a lo largo del año, de modo que cuando empezaba a verse una estrella determinada ésta indicaba que comenzaba un mes con sus correspondientes características climáticas y había que prepararse. En el caso de los meses de verano (Saif, del 1 de mayo al 13 de agosto) era imprescindible anticiparse y prepararse para encontrar agua antes de que el calor se volviera insoportable.
Enseñado el funcionamiento de un telescopio en uno de los cursos de formación de profesorado en escuelas en los campamentos de refugiados (octubre 2019)/ Crédito: Nayra Rodríguez.Conocer las estrellas y sus posiciones sirve también para orientarse y avanzar en la dirección correcta en áreas tan extensas donde el paisaje resulta muchas veces homogéneo (al menos para quienes no estamos familiarizados con él). Es también imprescindible para desplazarse de noche en las épocas en las que salir de la jaima es una experiencia comparable a la de ser abatida por un lanzallamas.
No hay que olvidar la religión. En el Islam es importante rezar en los momentos adecuados con la orientación adecuada y en el desierto, a falta de mezquitas bien orientadas, llamadas al rezo y relojes las referencias celestes son buenas aliadas para evitar caer en la herejía.
Recopilar todo este saber es una labor fundamental en el contexto de un pueblo nómada donde la tradición apenas se ha escrito, sino que se ha transmitido principalmente de manera oral en forma de poemas que facilitan su memorización. En los últimos años el Ministerio de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) ha puesto en marcha en colaboración con otras instituciones españolas un proyecto de recuperación de la memoria oral, al que el equipo de AMANAR se ha sumado con su aportación sobre el saber astronómico en el modo de vida beduino.
Debido a la forzosa transformación de los modos de vida tradicionales nómadas, iniciada con la colonización española del Sáhara Occidental y reforzada por la situación de refugio que se mantiene a día de hoy desde hace 44 años, es urgente recopilar testimonios sobre cómo medir el tiempo, cuando empiezan las estaciones de lluvia, frío y calor o cómo volver al campamento si te pilla la noche lejos de la jaima. Urge porque son los ancianos quienes vivieron en el desierto hace ya mucho tiempo y el paso de los años ya sabemos lo que provoca... Pero sobre todo urge, no solo por el enorme interés de conocer estas historias para profundizar en el conocimiento de la sociedad saharaui, sino porque un pueblo sin memoria está condenado a la desaparición y al olvido.
Lección de astronomía saharaui por Ahmed Bazeid Mohammend Mahmud Mohammed el Mami, un sabio descendiente del famoso poeta saharaui Chej Mohammed el Mami/ Crédito: Felipe Carrelli.Y es que la astronomía también puede ser una herramienta social. A través de la astronomía se puede comprender el universo y nuestro lugar en él, filosofar, pero también tender puentes entre culturas asumiendo que aunque nuestras cosmovisiones son variadas, estamos bajo el mismo cielo.
Además de las personas que viajamos a los campamentos el pasado octubre, son parte esencial de AMANAR Alberto Negrín (Presidente de la Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui), Mayte Vasquez (EUMETSAT), Eduardo Penteado (International Astronomical Union), Alba Fernández (Cherenkov Telescope Array), Sara Masalkhi (Instituto de Física Fundamental CSIC) e Ivan Jimenez (IAC). Y no hubiéramos llegado a ninguna parte sin Tawalo y Shidajma, conductores y compañeros.