Astronomía
Convierten falso polvo lunar en dinero y tornillos
La creación de piezas con recursos locales hecha por investigadores de la ESA podría ser la clave para colonizar la Luna o Marte.
¿Cómo empezaría una colonia en la luna? Puede enviar todo lo que los colonos necesitan de la Tierra... Así hizo la NASA en sus breves excursiones a la superficie lunar a finales de los años sesenta y principios de los setenta, pero los astronautas no pudieron transportar tanto con ellos, al menos no lo suficiente como para mantenerse a largo plazo.
La tecnología ha mejorado desde entonces, pero la mayoría de los planes para una base lunar sostenible suponen que sus residentes usarán los recursos locales, en lugar de transportarlo todo desde la Tierra.
Por eso la Agencia Espacial Europea (ESA) ha creado un montón de falso polvo lunar (falso "regolito" en términos técnicos) y lo ha utilizado para imprimir en 3D pequeños tornillos, engranajes e incluso una moneda falsa.
Estos materiales impresos no son de plástico o de metal a base de carbono, según un comunicado de la ESA, sino más bien una especie de cerámica lunar.
"Molidos y tamizados hasta el tamaño de partículas, los granos de regolito se mezclan con un agente de unión que reacciona a la luz, se colocan capa por capa y luego se endurecen al exponerlos a la luz. Luego, la parte impresa resultante se sinteriza y se hornea para solidificarla".
En otras palabras, todos estos pequeños objetos tienen una producción más parecida a la de cualquier plato del mueble de su cocina que a los tornillos que sujeten ese mueble.
Este es todavía un proyecto experimental, por lo que hay muchas más pruebas por hacer, como saber si estas piezas son lo suficientemente fuertes como para resistir las tensiones del uso en la vida cotidiana.
Pero si este proyecto funciona, las posibilidades son emocionantes. Imagine una puerta en una futura base lunar que dejó de funcionar porque la bisagra no se cierra correctamente. En un mundo donde todas las piezas de repuesto deben enviarse desde la Tierra, los astronautas tendrían que esperar a que con suerte se encuentre la bisagra en la caja de piezas de repuesto, o bien, aguantar con la puerta sin cerrar unos pocos meses antes de que otra bisagra pueda llegar.
Pero en un mundo con la impresión de regolitos, la solución podría ser mucho más sencilla. Solo pidiendo al control de la misión que envíe el diseño y ¡a imprimir de inmediato!